Publicado el 23 abril, 2018 | por editor
Valorización genética de bovinos de leche en el sur de Chile
La implementación de programas de mejoramiento genético en la actividad ganadera nacional es estratégico, esto porque trae consigo una considerable mejora en la eficiencia y eficacia de las cadenas de valor pecuarias.
Esta mejora abre la posibilidad de producir y comercializar animales, semen o embriones con “certificación de calidad”, que luego impactarán positivamente en la producción de materias primas, en la industria y finalmente en el consumidor final.
Esto es justamente lo que se busca con la elaboración del primer Registro Genealógico para rebaños lecheros overo colorado del sur de Chile. No cabe duda que el principal insumo de todas las técnicas utilizadas para seleccionar genéticamente a los animales de un criadero son los registros genealógicos y productivos, los que son utilizados con distintos propósitos, entre los que destacan la posibilidad de dar garantía de animales finos por pedigrí, para detectar y controlar la consanguinidad al interior de los rebaños y finalmente, para estimar el mérito genético de los animales en programas de mejora (realización de pruebas de progenie).
EL ORIGEN
Los registros genealógicos son instrumentos que permiten conocer y registrar la ascendencia y descendencia de los animales, con el fin de preservar e incluso mejorar sus características raciales. De aquí derivan los registros de producción, procedimientos cuantitativos que permiten medir la producción de los animales, con el propósito de aumentarla en generaciones sucesivas mediante procesos de selección. Las metas de los registros de producción dependen de la exactitud de los registros genealógicos y entre ellos debe existir armonía, la cual se consigue con registros de excelencia.
Sin duda se trata de un tema de relevancia para la agricultura del sur de Chile, donde se inserta con fuerza un valioso convenio de investigación entre la Cooperativa Agrícola y Lechera de Frutillar (Cafra) y el Centro Regional Inia Carillanca, cuyo objetivo fue contar con asesoría técnica para transferir e implementar una metodología que permitiera determinar el valor genético de toros y vacas de la raza Overo Colorado. Dicho convenio formó parte de un proyecto PAM Corfo que Cafra ejecutó en la Región de Los Lagos.
“La idea es continuar incorporando a nuevos productores, implementar el programa en la cooperativa y de seguir con otro proyecto, ampliar el rango de reproductores a evaluar. Sin duda que la herramienta de evaluación genética nos permite mejorar parámetros productivos y reproductivos de la masa ganadera, especialmente de una raza que no ha sido evaluada en Chile, como es la overa colorada”, dijo Juan de Dios Köening, gerente general de Cafra.
El investigador y genetista, doctor Jaime Piñeira de Inia Carillanca a cargo de esta tarea explicó que Cafra cuenta desde la década del 80 con una importante base de datos productivos y genealógicos en control lechero de algunos de sus productores que permitieron desarrollar un programa genético.
“Inicialmente el trabajo se realizó a partir de los datos levantados en un predio piloto, donde Inia obtuvo la información genealógica y productiva (controles lecheros), para luego realizar un análisis estadístico descriptivo y genético a partir de la base de datos terminada”, aclaró el investigador.
Piñeira resaltó que “finalmente se realizó una evaluación genética a los animales pertenecientes al Predio Piloto para finalizar con una capacitación técnica al personal de Cafra, quienes recibieron el informe final”.
PREDIO PILOTO
El plan de trabajo involucró la realización de cinco actividades técnicas entre las cuales se contó la selección de un predio piloto en el Criadero El Valle, de propiedad de Andrés Loebel Neumann en la zona de Los Muermos.
“Este predio centra su trabajo en el manejo de 120 vacas masa, junto a toda su descendencia; las vaquillas preñadas y los toros para su reproducción se venden como base genética para otros ganaderos directo al matadero. La producción lechera es en base a praderas muy fertilizadas, en cuanto a la raza con la que se trabaja, Overo Colorado, esta se caracteriza por poseer buenos niveles de sólidos (7,6% promedio); entregándole una producción lechera que llega en promedio a los 6 mil 100 litros de leche por vaca”, explicó el doctor Piñeira.
Desde este punto se obtuvo la información pecuaria, que derivó en la realización de un análisis estadístico y genético descriptivo, determinación del mérito genético de los animales registrados y finalmente la capacitación de los profesionales y técnicos de Cafra en todo el proceso descrito.
La información genealógica solicitada para la elaboración del informe fue identificación del animal, fecha de nacimiento, identificación del padre y la madre, sexo, raza y sobrevida. La información recibida fue procesada en la oficina de registros implementada por el Programa Nacional de Mejoramiento Genético impulsado por Inia, donde se obtuvo el promedio de la consanguinidad de todos los animales nacidos entre el año 1980 y 2017.
“Es importante señalar que la consanguinidad media observada entre los años 1980 y 1997 podría estar subestimada debido a la reducida información genealógica a esas fechas. Por tal motivo el levantamiento y sistematización de dicha información resultó de vital importancia en el desarrollo de las actividades comprometidas, de lo cual derivó una robusta base de datos. En tal sentido, podemos concluir que la experiencia obtenida fue positiva y estratégica para la ganadería del sur, ya que es totalmente factible dar continuidad a un programa permanente de evaluaciones genéticas en rebaños lecheros del sur de Chile”, aclaró Piñeira.
Durante el proceso Cafra hizo llegar a Inia los parámetros productivos de su interés cuyas variables estaban contenidas en el control lechero del predio piloto.
“La información enviada se fusionó con los registros genealógicos enviados y se terminó de completar una base de datos que posteriormente fue procesada informáticamente.
El desarrollo de un programa permanente de mejoramiento genético se basa en el análisis riguroso de la información genealógica y productiva de toda la masa animal que constituyen los núcleos genéticos, por lo mismo el levantamiento y sistematización de nuestra información resultó de vital importancia en el desarrollo de las actividades comprometidas en el convenio”, comentó Francisco Gebauer, ayudante investigación y soporte del análisis.
Por su parte, el agricultor del predio piloto valoró los resultados obtenidos de este registro. “El informe recibido es muy interesante y certero, pues puedo ver que la selección hecha en campo coincide con los datos arrojados por el programa, lo que valida la herramienta de selección para seguir mejorando el plantel. Actualmente tengo 140 vacas lecheras 140 y un total de 450 animales en el predio, todos de la raza overo colorado con orientación a lechería doble propósito. A partir de los registros genealógicos pretendo aumentar los sólidos lácteos, es decir realizar una selección más enfocada a este parámetro”, comentó Loebel.
MEJORAMIENTO GENETICO DE BOVINOS Y OVINOS
Para el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia), este convenio es uno de los primeros celebrados en el marco del Programa Nacional de Mejoramiento Genético en Bovinos y Ovinos impulsado desde el año 2014, cuyos resultados han sido altamente valorados por los productores.
Los registros genealógicos son la base del programa de mejoramiento genético que está llevando adelante Inia. La construcción y mantención de registros genealógicos ordenados y sistemáticos permite a su vez realizar las evaluaciones genéticas para seleccionar a los individuos de mayor valor, para mejorar características de valor económico y productivo.
El objetivo final es lograr un avance genético en las diferentes razas y así ofrecer ejemplares de alta calidad al medio, ya sea en forma de animales vivos, semen y, a futuro, embriones congelados.
“El concurso del sector privado en este programa es fundamental, pues lo que tenemos que lograr es una población de individuos lo suficientemente grande dentro de cada raza que nos permita hacer pruebas genéticas lo más robustas posibles. Ello implica conectar los rebaños del Inia con rebaños de criaderos privados, a través de conexiones genéticas, y de esa forma gestionar en forma conjunta la información. Ello involucra procesos de capacitación para estandarizar los registros y el manejo de información en general”, explicó Christian Hepp, Coordinar Nacional del programa Sistemas Ganaderos de Inia.
Según el experto, haber elaborado un registro genealógico en la raza overo colorado, particularmente vacas lecheras, se transforma en un análisis pionero para Chile y demanda desafíos importantes.
“La importancia de esta iniciativa radica en mostrar lo que se puede lograr al ordenar los datos productivos y relacionarlos con los antecedentes genealógicos, situación que permite la posterior selección en base a criterios objetivos. Permite asimismo relevar el material genético que puede producir el país, con el debido respaldo. Chile debe aprovechar su posición zoosanitaria privilegiada, ya que la exportación de material genético puede transformarse a futuro en un interesante rubro. Hacia allá debemos transitar”, puntualizó Hepp.
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