Publicado el 31 agosto, 2015 | por editor
Súper frutas son la base de proyectos innovadores en el sur
Con grandes expectativas para la industria agroexportadora nacional, fueron presentados en Chillán tres proyectos en el área de alimentos correspondientes a la convocatoria FIA 2014 y que están siendo ejecutados por el Departamento de Ingeniería en Alimentos de la Universidad del Bío Bío.
Las iniciativas de la UBB, en las que FIA aportará cerca del 64% del costo total, están orientadas a apoyar procesos de innovación en frutales y agroindustria, con énfasis en el mejoramiento de los procesos productivos, calidad de los productos, agregación de valor y sustentabilidad.
Dos de los proyectos buscan masificar el consumo de las denominadas “superfrutas”, como el maqui y el arándano, que se caracterizan por su elevado contenido de antioxidantes, mientras que el tercero está enfocado a evitar la partidura de cerezas producto de la lluvia en período de cosecha, situación que provoca serias pérdidas económicas al sector.
En opinión del director general de Investigación, Desarrollo e Innovación de la UBB, Mario Ramos, “estos proyectos significan la consolidación del área de la industria de alimentos en la Universidad del Bío-Bío. Es un rol que venimos cumpliendo hace muchos años y que tiene como objetivo una fuerte vinculación con la empresa a partir de la base científica que tienen nuestros investigadores, incorporando a estudiantes de posgrado”.
Según la jefa de la Unidad de Programas y Proyectos de FIA, Gabriela Casanova, los proyectos de la UBB son de gran impacto, porque abordan dos grandes desafíos que hoy tiene nuestra agricultura. “Uno de ellos es avanzar en procesos de innovación orientados a generar productos más saludables, y estas iniciativas buscan precisamente desarrollar alimentos funcionales o nutracéuticos que benefician la salud de la población”.
Por otro lado, agrega Casanova, otro gran desafío es avanzar en la agricultura sustentable, minimizando los impactos negativos en el medio ambiente. Así, “uno de estos proyectos apunta a usar los residuos agroindustriales para proteger cultivos de alto valor que están expuestos a estrés abiótico”, destacó la profesional de FIA.
PROYECTOS
El primero de los proyectos corresponde al “Desarrollo de un nuevo método para la obtención de concentrado microencapsulado de antocianinas a partir de maqui (Aristotelia chilensis) para la obtención de un deshidratado con alto contenido de compuestos funcionales”, a cargo del doctor José Miguel Bastías.
Dentro los objetivos de esta iniciativa, se busca “la caracterización físico química, contenido y actividad antioxidante de los frutos frescos obtenidos del cultivar domesticado, el desarrollo de un equipo concentrador de jugo de maqui por congelación, escala laboratorio, y un estudio de mercado y evaluación económica del concentrado en polvo de maqui microencapsulado”, expuso Bastías.
Por su parte, el doctor Ricardo Villalobos presentó su proyecto “Desarrollo de una nano-emulsión basada en compuestos naturales extraídos de desechos agroindustriales para prevenir la partidura en cerezas y mantener su calidad en postcosecha”.
Villalobos explicó que la partidura o cracking es uno de los factores que incide sustancialmente en la producción, calidad y comercialización de las cerezas, especialmente en las zonas centro-sur de Chile. Esto puede provocar un impacto económico enorme a los productores, ya que “algunas variedades pueden experimentar pérdidas de hasta un 90% de su producción y también afectar negativamente a la industria exportadora nacional, ya que las cerezas pierden su valor comercial para el mercado de exportación en fresco”.
“Nuestro objetivo es lograr una nano-emulsión que pueda ser utilizada por pequeños, medianos y grandes productores para reducir en forma efectiva la partidura de cerezas y a su vez, contribuya a mantener sus atributos de calidad después de la cosecha. Estos resultados permitirían reducir las pérdidas económicas y así hacer más sustentable y competitivo a este rubro”, señaló Villalobos.
Finalmente, el doctor Guillermo Petzold lidera el proyecto “Obtención de un alimento funcional a partir de arándanos parcialmente deshidratados (tiernizado), utilizando previamente un tratamiento con tecnología de ultrasonido como una alternativa de generar valor agregado para la exportación”.
Para FIA este proyecto es muy relevante, ya que “apunta a dar respuesta a las crecientes exigencias del consumo mundial de alimentos saludables, para lo cual la tecnología propuesta pretende generar un arándano con elevado poder antioxidante, estable microbiológicamente y que se pueda comercializar durante todo el año”, comentó la ejecutiva de FIA a cargo del proyecto, Loreto Burgos.
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