Publicado el 30 junio, 2021 | por editor
Rodrigo Munita: “Desde 2010 la CONAF trabaja para mitigar efectos del cambio climático”
No cabe duda que las acciones que buscan la mitigación y/o adaptación al cambio climático son fundamentales para la vida de todas las especies que habitan el planeta, incluido por supuesto el ser humano. Por ese motivo hoy CONAF se ve enfrentada a un desafío global: el cambio climático y sus efectos.
Rodrigo Munita, director ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), profundizó sobre esta materia, detallando las acciones institucionales que se están desarrollando.
-¿Cuál es la importancia que le otorga la CONAF al trabajo en materia de cambio climático?
“El quehacer de la CONAF tiene como finalidad principal contribuir al desarrollo del país a través del manejo sostenible de los ecosistemas forestales, la prevención y mitigación de incendios forestales; y además tiene como labor desarrollar acciones que busquen la mitigación y/o adaptación al cambio climático. En esta línea, el 22 de diciembre pasado, nuestro Consejo Directivo (presidido por el Ministerio de Agricultura) aprobó por unanimidad la creación de la Gerencia de Bosques y Cambio Climático. Esta decisión recoge nuestra visión estratégica respecto a potenciar y alinear las capacidades institucionales para asegurar la contribución de los bosques y su gestión sostenible en la reducción de emisiones a nivel global, considerando las salvaguardas ambientales y sociales; y los procesos de adaptación territoriales”.
-Pero, además de ser los principales sumideros naturales de carbono, ¿cuál es el papel de los bosques en los compromisos internacionales adquiridos por el país en la materia?
“Si bien es muy importante disminuir las emisiones en los diferentes sectores de desarrollo, generar mayor superficie de bosques y mejorar su condición aumenta la absorción y almacenamiento de CO2.
Por ello los bosques juegan un rol preponderante para convertir a Chile en carbono neutral al año 2050, así como también al cumplimiento de la Contribución Nacional Determinada (NDC, por sus siglas en inglés) establecida en el Acuerdo de París en 2015 (y actualizada en 2020) en materia de mitigación al cambio climático, y que contempla la forestación de 200 mil hectáreas y el manejo sustentable y recuperación de bosque nativo de otras 200 mil hectáreas. En este contexto, en la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (ENCCRV), hemos implementado proyectos a nivel territorial financiados con fondos internacionales y, actualmente, comenzamos la ejecución de iniciativas en terreno, por medio de financiamiento obtenido por pago por resultados, gracias a los cuales la comunidad ha identificado y reconocido la importancia de los bosques y su manejo.
Los bosques también generan beneficios sociales y económicos. Hay múltiples productos forestales no maderables, como frutos silvestres y hongos comestibles, que contribuyen a la economía local, además de potenciar el turismo”.
Apoyo internacional para cuidar nuestros bosques
-Los recursos financieros (mayoritariamente de organismos internacionales) que Chile se ha adjudicado, a través de la CONAF, han permitido un gran avance del país en la materia. ¿Qué papel han jugado los proyectos Manejo Sustentable de la Tierra y los ejecutados gracias a los aportes del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques, que cuentan con el apoyo técnico del Banco Mundial?
“El proyecto Manejo Sustentable de la Tierra ha permitido desarrollar un marco de gestión y trabajo conjunto entre los servicios del agro para el Manejo Sustentable de la Tierra. Así se logró implementar una herramienta de planificación espacial y temporal para los servicios del Minagri (CONAF, ODEPA, SAG, INDAP) y Ministerio de Medio Ambiente, consiguiendo de esta forma mejores resultados en su accionar con los propietarios de predio. Además, las prácticas realizadas en los pilotos del proyecto están generando la disminución de la degradación del recurso forestal y mejoramiento de otros recursos, como el suelo y vegetación en los predios donde se implementó.
Pero aún más importante es que se ha planificado replicar estas prácticas a futuro, mediante nuevas políticas públicas del Estado, como el Plan Nacional de Restauración a Escala de Paisaje o el Plan de Adaptación al Cambio Climático del sector silvoagropecuario. Estos resultados han permitido, a las comunidades, un fortalecimiento de sus estructuras de gobernanza y toma de decisiones a través de procesos de participación, respeto de los derechos de las comunidades indígenas y locales, mediante la implementación de actividades afines con su visión y cultura local, así como una mejora en las condiciones de vida a través del acceso y manejo sostenible de los recursos naturales, entre otras. En esta misma línea, se diseñaron las salvaguardias ambientales y sociales, que son instrumentos desarrollados para identificar y mitigar los impactos socioambientales negativos y maximizar los beneficios generados por las acciones de la ENCCRV.
En cuanto a los recursos apalancados por medio del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques, su gran aporte dice relación con la elaboración de herramientas que dan cumplimiento al marco de Varsovia (requisitos y lineamientos generales para que los países en desarrollo avancen al pago por resultados), lo cual constituye un hito importantísimo para pasar a la fase 3 (referida a la retribución por resultados) de la estrategia REDD+ del país, que en el caso de Chile corresponde a la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, para así poder postular a nuevos financiamientos internacionales. Lo anterior ha posibilitado el ingreso de significativos fondos que, en entre otras acciones, se traducirán en miles de hectáreas de superficie de bosque nativo, de bosque restaurado o de forestación, así como en el desarrollo de una serie de acciones a favor de la protección y prevención de incendios forestales, entre otros”.
-¿Qué logros y aprendizajes destacaría de estos proyectos?
“Con el Proyecto Manejo Sustentable de la Tierra, aprendimos que la participación y la pertenencia al territorio son factores claves para el éxito de una iniciativa. En ese sentido, resultó indispensable involucrar a los actores locales, desde el inicio, y hacerlos partícipes de todo el desarrollo del proyecto, lo cual generó sinergias en múltiples ámbitos. Se visibilizó, además, la necesidad de modificación o diseño de nuevos instrumentos de fomento con mayor flexibilidad, que permitan adaptarse a las realidades locales e incorporar aspectos sociales y ambientales en línea con los desafíos que impone el cambio climático y los compromisos de Chile en esta materia. Por último, y para dar continuidad a las acciones locales desarrolladas, los equipos regionales, junto a las comunidades respectivas, se esforzaron por gestionar recursos financieros y generar las condiciones adecuadas para mantenerlas y, además, hacerlas extensivas hacia otras localidades, incluso a toda la región.
El Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques, en tanto, ha permitido a Chile prepararse para postular a fondos de pago por resultados. De tal manera que la (ENCCRV) ha generado productos y acciones, como el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal, por medio del cual se efectúa la medición, reporte y verificación de la reducción y captura de emisiones de CO2; el Nivel de Referencia de Emisiones Forestales, que permite definir la línea base de las emisiones de los bosques del país; y el sistema de información para apoyar la gestión y abordaje de las salvaguardas ambientales y sociales (permitieron realizar un importante trabajo con las comunidades, especialmente con mujeres y comunidades indígenas), entre otros.
Es por ello que como Corporación continuaremos impulsando iniciativas para la acción climática y manteniendo nuestro anhelo por detener el aumento de la temperatura promedio global, de aumentar la resiliencia del planeta y de movilizar inversiones públicas y privadas en la senda de un desarrollo sostenible, que considere las variables ambientales, sociales y económicas de manera equilibrada”.
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