Publicado el 18 diciembre, 2017 | por editor
Proponen el uso de murciélagos insectívoros para el control de plagas en los cultivos
Un innovador sistema de control biológico de plagas a través del uso de murciélagos insectívoros es la propuesta que desarrolla un equipo de investigadores del Laboratorio de Ecología del Paisaje Forestal de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad de La Frontera.
En primera instancia, a través de un proyecto apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), se trabajó en la elaboración de un catastro de las especies de murciélagos existentes en La Araucanía.
Según explicó el doctor Fulgencio Lisón, director de esta iniciativa, se observó qué especies aparecen en los campos agrícolas. Otra parte del proyecto era estudiar la incidencia o el impacto social que podría tener el uso de murciélagos para controlar plagas dentro de la agricultura regional.
Con otro proyecto que se comenzará a ejecutar a partir de 2018 se desarrollará el concepto teórico para atraer murciélagos a través de determinados señuelos hacia determinados campos, los que serán designados por los investigadores o en los que se quiera fomentar la actividad de los murciélagos.
El estudio propone una metodología innovadora que buscará inducir la respuesta positiva en los murciélagos a través de la implementación de ultrasonidos o llamadas grabadas en la naturaleza como señuelos. De esta forma los murciélagos serán direccionados a determinados sectores del predio fomentando su actividad natural del consumo de los insectos que generan las plagas.
RESULTADOS
Con el primer proyecto, aunque todavía están analizando datos, se concluyó que en toda la región de La Araucanía donde se ha muestreado hay presencia de murciélagos. “Normalmente aparecen en campos agrícolas, zonas boscosas e incluso en la propia ciudad. Cuando elaboremos los mapas de distribución de las especies podremos decir cuáles son los sectores más indicados para determinadas especies o cuáles son las zonas más beneficiosas para determinadas especies”.
En cuanto a su impacto social se descubrió que los productores, sobre todo los agricultores orgánicos ven este tipo de alternativas cómo algo positivo y que pueden implementarse fácilmente en sus campos. El problema, hasta ahora, era que no tenían ninguna posibilidad de usar estos mamíferos en sus predios, porque no tenía expertos ni nadie que los asesorara para fomentar el uso de murciélagos como controladores biológicos.
CONTROL BIOLÓGICO
Fulgencio Lisón recalcó que todas las especies encontradas en La Araucanía son insectívoras. Normalmente la dieta de los murciélagos está compuesta de polillas y escarabajos, los cuales -la mayoría en su etapa larvaria- producen las plagas en la agricultura orgánica.
Las enfermedades en los cultivos están ocasionadas en un 90 por ciento por las larvas de lepidópteros y coleópteros, presas abundantes dentro de la dieta de los murciélagos. Esto permitirá eliminar la fase adulta de la plaga, lo que tendrá un efecto positivo en años posteriores al romper el ciclo de la especie.
“Por ejemplo, el gusano del maíz, es la fase larvaria de una polilla y como los murciélagos se alimentan de la polilla se ataca la fase adulta y así se evita la puesta de huevos”, explicó.
Lisón recalcó que con estos proyectos se pretende fomentar la actividad de los murciélagos, incrementarla y direccionarla.
“Podemos ver dónde queremos más control; por ejemplo si un agricultor orgánico detecta que tiene un punto de plaga en una determinada parte del predio puede direccionar la actividad hacia ese lugar”.
Para lograr este objetivo se está trabajando en un sistema que emita llamadas de ultrasonido que no son oídas por el hombre, pero sí por los murciélagos. “Ellos reaccionan de manera natural ante estímulos auditivos. Este sistema tiene un radio de acción de unos 5 a 10 metros y se está investigando cómo aumentar su superficie de acción”, contó.
Agregó que como “nosotros reaccionamos a estímulos visuales, nos acercamos y sentimos curiosidad; ellos reaccionan a los estímulos auditivos van interpretando y adaptándose y eso es lo que buscamos reproducir. Buscamos los estímulos que optimicen la actividad de los murciélagos y para ello se debe elegir cuáles son los estímulos más apropiados para que ello”.
APORTE
Por su parte el director alterno del proyecto, el doctor Adison Altamirano, destacó el importante aporte que se hará al desarrollo de una agricultura más sustentable con la implementación del control biológico de plagas y la reducción del uso de pesticidas.
“Lo que busca este proyecto es utilizar las condiciones naturales para minimizar los riesgos por plagas que tienen los cultivos. Creo que puede traer muchos beneficios para los agricultores. En términos de la competitividad es algo que también puede resultar importante, porque cada día los mercados están más exigentes en términos de las restricciones” puntualizó.
Entre los resultados esperables está el aumento de la actividad de los murciélagos donde se implanten los señuelos; la disminución de la proporción de insectos-plaga; disminuir la tasa de plantas-frutos dañados y el aumento en la producción de las plantas.
El doctor Altamirano explicó que al término del proyecto se espera obtener una experiencia exitosa y replicable en otros lugares de la región, el país y el mundo, aportando una alternativa para el uso de plaguicidas en los cultivos tradicionales y transformándose en una solución complementaria para los cultivos orgánicos.
Twittear