Precios de la carne, tendencias internacionales y perspectivas para Chile

Existe una tendencia mundial relativa a incremento de precios, que también incluye a países que son nuestros principales orígenes de importación para carne bovina. La pandemia ha agravado la situación anterior, al interferir sobre aspectos logísticos de las cadenas de abastecimiento de alimentos.

SERGIO
WILLER,
Presidente de la Corporación de la Carne.

Las primeras semanas de 2022 han mantenido la tendencia mundial observada en los últimos meses, de alza en los valores de animal en pie. Si se compara la categoría novillos para la primera semana de febrero de 2022 respecto a febrero de 2021, la diferencia de valor es significativa.
El país con mayor alza de precios en las últimas semanas ha sido Uruguay, gatillada por las fuertes lluvias y el aumento de la demanda externa. El mayor valor para novillo en pie en la Región MERCOSUR es sin duda alguna, Argentina. Y la tendencia se proyecta al alza. En el caso argentino el mes de febrero marca un 6% de incremento respecto a enero de 2021. De acuerdo a INTA, la variación interanual (a febrero del 2020) arroja un incremento del 82,2%. A pesar de la importante demanda, la principal escasez se concentra en el segmento de recría.

Recría en Uruguay y Argentina

Los cambios en la situación de la recría en los principales países MERCOSUR es importante. Se reporta en general presión de demanda, con un arrastre de escasez durante el periodo anterior de 2020, que generó alzas y desajustes de rentabilidad para el segmento de recría-engorda, muy marcado en Argentina.
En el caso de Uruguay, de acuerdo a ACG, en la semana del 30-1-2022 al 5-2-2022, el valor del ternero de reposición alcanzó los 2,5 dólares/Kg vivo, y la ternera 2,23, ambos con tendencias al alza de precios.
Para Argentina, a la situación de restricción a la exportación durante 2021, se suma el adelanto de la salida de terneros y terneros por falta de pasto ante la falta de lluvias. Los valores han retrocedido en promedio un 9%. Diversos analistas coinciden en que esta baja en los precios es coyuntural, por una mayor demanda de parte de los engorderos y las posibilidades de retomar el comercio exterior. Por ello, se anticipa que los precios puedan a volver a subir, con la incertidumbre de no volver a sufrir una nueva baja en las existencias de terneros de recría.
En Chile, las cifras de INE anunciadas el 8 de febrero, muestran que el pan y las carnes son dos elementos que sufrieron fuerte alza en el IPC mensual. Por lo tanto, vuelve al centro de atención nacional, la necesidad de lograr reducir este valor a consumidor final.
Los datos muestran que los precios internacionales han subido en tal magnitud que tienden a equiparar e incluso superar el valor del animal en pie.
En base a la información analizada por la Asociación Gremial de Ferias Ganaderas de Chile -AFECH A.G.-, los volúmenes de venta de casi todas las categorías animales han sufrido una tendencia a la baja en el acumulado a la primera semana del mes de febrero 2022, respecto a igual período de 2021. La única categoría que evidencia un modesto incremento es la vaca de carnaza.
Estas cifras son, sin duda preocupantes, particularmente porque no obedece a una categoría en especial, sino que es una baja superior al 10% en todas las categorías de ganado. Resulta sin duda interesante observar la gran baja en la categoría de terneros respecto a terneras, ya que esta última posee una fluctuación mucho menos evidente. La baja en categorías como vaquillas y novillos de engorda hacen prever una menor oferta de ganado de término en los meses venideros, importante punto a tener en cuenta para el abastecimiento de los próximos meses.

Materias Primas e Insumos

A nivel internacional, uno de los factores que hacen posible considerar una mantención de la curva en alza del animal en pie está relacionado con la producción de materias primas.
En particular, de parte de los principales mercados que pueden importar carne a Chile, es relevante el alimento para engorda. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) informó un recorte en la cosecha de soja y maíz para Sudamérica: proyecta a enero una disminución de un millón de toneladas para maíz en Brasil y 5 millones de toneladas para el caso de soja.
En Chile, aún cuando nuestros sistemas productivos se basan fuertemente en la producción a pradera, no podemos desconocer las alzas significativas que poseen diferentes insumos, que han variado entre un 15 y un 165% dependiendo del producto. Por ello, se prevé que todos los eslabones de la cadena vean incrementados sus costos de producción en forma significativa en 2022.
A lo anterior deben sumarse otros factores de costos asociados como logística y transporte.

Conclusiones

Existe una tendencia mundial relativa a incremento de precios, que también incluye a países que son nuestros principales orígenes de importación para carne bovina.
La pandemia ha agravado la situación anterior, al interferir sobre aspectos logísticos de las cadenas de abastecimiento de alimentos.
Esta situación internacional nos impacta en forma directa, porque los alimentos importados llegan a Chile con mayor precio. Mientras más inflación tengamos, los alimentos importados serán más caros para el consumidor nacional.
Todo lo anterior muestra lo importante que resulta el comercio exterior para nuestra cadena productiva, en la cual basta sólo que una industria deba cesar envíos para notar que el proceso exportador genera tiraje para todas las categorías animales. Actualmente ha sido un factor importante para el brusco descenso de los precios evidenciados en el mes de enero de 2022. También se siente la falta de liquidez en cadenas, que limita la logística y el poder de compra a nivel interno. Se suma una sequía severa; y, como una tormenta perfecta, nuestros insumos de producción tienen alzas que, de acuerdo al producto, han tenido incrementos entre un 20% y un 165%.
La posibilidad de otorgar productos agropecuarios en calidad óptima y precios asequibles para los consumidores en Chile depende de la articulación de una cadena de cientos de miles de personas a lo largo del país; tanto productores, servicios asociados, proveedores como industria requieren avanzar a la par. Ello implica trabajar fuertemente sobre la sostenibilidad alimentaria, con todos los componentes implicados: nutricionales, económicos, sociales y ambientales.

La importancia de exportar

La exportación permite complementar precios razonables a nivel interno, y generar un tiraje estable de mejores precios para todos los productores. En especial, desde el auge exportador de 2015 quienes más han visto mejorar sus precios son ganaderos crianceros, en su mayor parte ganaderos pequeños de la AFC.

Importante es entonces que quienes desarrollan normativas, y muy especialmente, la Convención Constitucional, pueda comprender que la cadena de alimentos debe combinar una producción sustentable, en calidad y cantidad suficiente, pero también con niveles de rentabilidad que permitan a quienes desarrollan la actividad, vivir de esta actividad.
Y ello es válido para cualquier alimento. Porque si el productor no posee bienestar, la posibilidad de producir no se incentiva. En consecuencia, la chance de poder generar mejores alimentos de calidad, disponibles al alcance de mayor cantidad de personas puede verse imposibilitada de concretarse.