Publicado el 20 septiembre, 2016 | por editor
Mujeres con newen: la historia de tres emprendimientos de La Araucanía
Un 20% de la producción de alimentos agrícolas del país proviene de la agricultura familiar campesina, actividad en las que las mujeres han ido ganando terreno. La incorporación de la mujer al desarrollo rural ha crecido paulatinamente. Hoy están asumiendo con mayor fuerza un rol protagónico en los procesos productivos y de innovación agraria, a través de iniciativas que les permiten contribuir a la economía familiar y al reconocimiento social.
En La Araucanía a través de Indap se entrega asesoría técnica y transferencia de recursos a 19 mil 774 mujeres, que representan el 45% del total de los usuarios. De esta cifra el 86% son de origen indígena.
“El impacto en cobertura se refleja, principalmente, en el programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) donde apoyamos con asesoría técnica e inversiones a 16 mil 104 emprendedoras en la actualidad. Esto significa que el gobierno valora y destaca la participación de la mujer en los ámbitos productivos, económicos y su aporte integral al desarrollo de la familia “, señaló el director regional de Indap, Christián Núñez, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena.
Núñez, destacó programas especiales que se han creado para generar oportunidades de acceso al desarrollo productivo.
“Como institución desarrollamos concursos de inversiones sólo para emprendimientos de mujeres, y una línea de crédito especial, iniciativas que marcan una diferencia de cómo direccionamos nuestros instrumentos de fomento, porque creemos que el aporte de la mujer es vital para la concreción de los sueños de los hogares en el mundo rural “.
Con el apoyo de Indap las emprendedoras desarrollan experiencias productivas en los rubros horticultura y floricultura, desarrollo de artesanía textil, cultivo y procesamiento de hiervas medicinales, producción apícola, elaboración de alimentos procesados; iniciativas de turismo rural, entre otras.
Los emprendimientos se han materializado con asesoría técnica y transferencia de recursos a través de los programas de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), de Inversiones, créditos, programas de capacitaciones con Sence y convenios generados con Conadi, Prodemu y Sernam.
A partir de la incorporación de políticas inclusivas, en los programas de fomento económico de la Conadi ha aumentado el número de mujeres que acceden a proyectos productivos. Alcanzando un promedio de participación de un 66% de mujeres beneficiadas en el programa de fomento económico de la Corporación.
Según datos de la Conadi, (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena), prima como actividad productiva la agricultura, más abajo el trabajo no calificado, la artesanía y operarios. En el ámbito de trabajo en los sectores rurales, las mujeres se dedican principalmente al pastoreo, agricultura de subsistencia, alimentación, medicina tradicional, también artesanía textil platería, tejido con fibras naturales y turismo, lo que les reporta muy pocos ingresos económicos. Sin embargo, hay algunas mujeres que han logrado innovar y dar grandes pasos.
PLUMONES
Desde tiempos muy antiguos el hombre ha utilizado para relleno de ropas de cama plumas y lanas. Se desarrollaba antiguamente minga con varias personas para llevar acabo las esquilas, porque principalmente no debería perderse la buena voluntad de ayudarse y compartir.
Yolanda Curihuinca Lefimilla, vio que con este oficio se podía generar recursos para su familia. En la actualidad, esta emprendedora, se dedica a la crianza de gansos de raza Embden, a los que esquila en forma manual. Les saca las plumas maduras solamente cada dos meses (no se mata los gansos), éstas se lavan, se secan artesanalmente al viento y sol para la confección de plumones y sacos de dormir.
Esta agricultora fabrica plumones de diferentes medidas con dos variedades de plumas: plumas duvet o plumas pecho100% y plumas semiduvet con género popelina cruda de color blanco invierno y género irlet color blanco y blanco invierno.
“Aprendí viendo lo que hacía mi madre cuando era niña. Ella elaboraba plumones con plumas de gansos y además utilizaba la plumas de diferentes aves. Hacía estos productos solo para la casa, para el abrigo de la familia y no para venderlos”, dijo.
Después de años y con apoyo de instituciones, con capacitaciones en crianza de gansos realizadas por Indap – Sense, y apoyo de municipalidad de la comuna de Toltén logró perfeccionarse y dar vida a su negocio.
“Esta actividad la desarrollo principalmente por el recurso natural donde vivo y la situación geográfica del terreno que, es muy inundable, facilitando la crianza de gansos”, explicó Yolanda.
QUESOS GOURMET
Rosalía Carimán pertenece a la comunidad indígena Malloco-Lolenco en la comuna de Villarrica. Esta mujer está detrás de Epu Küpal Kimun, fábrica de quesos artesanales gourmet que se caracterizan por poseer productos de origen mapuche, como el merkén, orégano, avellanas, ajo, entre otros
Epu Küpal Kimun, cuya traducción del mapudungun es “conocimiento de dos familias”, ha estado presente en variadas exposiciones, en las que se ha llevado todos los aplausos. En 2014, Rosalía recibió el reconocimiento de FIApor el Mejor Rescate Agroalimentario, con su queso ahumado.
“Para nosotros es un orgullo recibir este reconocimiento, porque somos familias Mapuche, que ocupamos los desechos de la leña de pellín con la cual ahumamos nuestros quesos durante 20 días, agregando valor al producto al rescatarlo de forma natural”, señaló en ese momento Rosalía.
Tal y como ha reconocido esta emprendedora, esta microempresa familiar representa la convergencia de saberes ancestrales mapuches con técnicas contemporáneas de elaboración de quesos, provenientes tanto de la zona en que vive como de los países que visitó en Europa.
Rosalía pertenece a una familia ligada a la producción de quesos para el consumo familiar, pero su vínculo más formal partió cuando entró a trabajar al campo demostrativo de la Universidad Católica de Villarrica como encargada de producción de quesos Afunalhue, una fábrica quesera que se encontraba ubicada en el camino que une Villarrica y Lican Ray.
Esta microempresaria, técnico agrícola del Instituto de Educación Rural que existía en Villarrica durante la década de los noventa, comenzó a realizar su práctica profesional en aquel campo demostrativo y posteriormente le propusieron continuar trabajando allí. Lamentablemente la empresa quebró a causa de problemas económicos relacionados con el abastecimiento de leche que se encontraba a gran distancia del lugar. Con toda esta experiencia y sumando más innovación, Rosalía Carimán, se lanzó con su negocio.
MERKÉN Y HIERBAS MEDICINALES
Otra historia de esfuerzo es la de Rosalía Teran Marin, agricultora de la comunidad Juana Manquiñir, de Los Sauces. A la producción de su huerta donde cultiva hortalizas, esta mujer de 68 años, sumó la elaboración de merkén, frutos deshidratados y hierbas medicinales.
Hoy, gracias al apoyo de Indap y la Universidad Católica de Temuco, logró implementar su sala de deshidratado y está en proceso para recibir su resolución sanitaria.
“Mucha gente me discriminó por mi edad. Tengo 68 años, pero me muevo más que nadie. Los años no son impedimentos para conseguir los sueños”, precisa Rosalía, quien apuesta a aumentar su producción y sumar más clientes.
Rosalía asegura que no decaerá en su propósito de emprender. “Soy una mujer trabajadora y poco a poco he ido implementando esta idea. No le tengo miedo a seguir trabajando y seguir alcanzando mis metas”, concluye esta mujer, quien partió con el apoyo de Prodesal.
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