Publicado el 28 agosto, 2017 | por editor
Lino: en la senda de los súper alimentos
El lino es uno de los cultivos de fibras más antiguos de la humanidad. Los egipcios envolvían sus momias con el tejido que obtenían del tallo del lino. Y como toda oleaginosa, su semilla, la linaza, ha sido empleada para producir aceite de excelente calidad.
El lino es único por sus altos contenidos en ácidos grasos saludables omega-3 (~55%) y omega-6 (16%). Particularmente, el omega-3; es esencial para la síntesis de los ácidos eicosapentaenoico (EPA) y docohexaenoico (DHA), ambos sintetizados por el cuerpo humano y beneficiosos para la salud.
Su semilla es rica en fibras solubles e insolubles y antioxidantes con efecto anti cancerígeno, lo que convierte al lino en un cultivo versátil con gran potencial para la generación de productos funcionales con mayor valor agregado. Sin embargo, las posibilidades del lino son muchísimo más amplias.
Con su tallo puede elaborarse papel de alta calidad, billetes y materiales de aislación para automóviles y aviones, entre otras innovaciones. Con su semilla pueden fabricarse panes saludables, cosméticos, pinturas y excipientes para fármacos. De ahí su gran potencial, especialmente, para la agricultura familiar campesina, ya que esta oleaginosa en conjunto con todos sus beneficios nutricionales es una buena alternativa para la rotación de cultivos a bajo costo.
Países como Canadá, China y Rusia han entendido el valor del lino generan, en conjunto, el 60% de la producción mundial (FAOSTAT 2015). En 2016, Canadá –el principal productor- exportó más del 90% de sus 942 mil toneladas a China y Estados Unidos.
Hoy en día, investigadores y la industria –escuchando a los consumidores- pueden explorar nuevos beneficios, usos y desarrollos que incorporen el lino en sus innovaciones tecnológicas, pues tanto su semilla como el tallo generan valor agregado.
Las aplicaciones más recientes en el uso del lino apuntan a la mejora de la salud y productividad animal en la industria de alimentos para mascotas, rumiantes y monogástricos. Por ejemplo, incorporando su omega-3 en dietas para aves, vacas lecheras y cerdos, sus grasas se hacen más saludables con un mejor balance omega-6 / omega-3. Así podemos ofrecer nuevas alternativas de alimentos que no solo aporten sus nutrientes sino también protejan nuestra salud gracias a sus compuestos funcionales.
DESARROLLO DE VARIEDADES
El CGNA recogiendo las nuevas inquietudes del mercado y en especial de los consumidores ha desarrollado dos variedades de lino que se caracterizan por su potencial productivo, pero sobre todo por su calidad nutricional.
Kallfu-CGNA y Nutram-CGNA poseen un 10% y 1.2% de fibra soluble, respectivamente. Esta característica hace que la primera sea ideal para alimentación humana, contribuyendo a combatir la obesidad y otras enfermedades crónicas no trasmisibles, mientras que la segunda es ideal para la generación de productos tecnológicos orientados para la alimentación animal en especial de monogástricos.
Innovaciones desarrolladas por el CGNA como el pan saludable de la Araucanía y el huevo omega-3 utilizan como base en sus formulaciones estas dos nuevas variedades de lino. Y la demanda por estas dos innovaciones para la agroindustria han traspasado las fronteras de La Araucanía. Por ejemplo, empresas avícolas de la región Metropolitana también han manifestado su interés en adquirir Nutram-CGNA para funcionalizar su producción de huevos.
Empresas avícolas de países vecinos como Bolivia y Brasil han expresado su interés en incorporar este producto tecnológico rico en omega-3 de origen no marino y de producción sustentable en sus dietas para producir huevos omega-3.
Sus aplicaciones no terminan aquí, el CGNA continuamente en “joint venture” con la industria están explorando nuevos desarrollos para la generación de productos de alto valor agregado no solo en alimentación sino también en campos tan interesantes y amplios como la medicina.
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