Reportajes capital humano

Publicado el 23 marzo, 2020 | por editor

Líderes gremiales de la zona sur analizan el impacto del Covid-19 en el agro

El golpe por la propagación del coronavirus en China lo sintió con fuerza el agro nacional a principios de febrero cuando, en pleno Año Nuevo chino, contenedores de fruta fresca, especialmente cereza, quedaron varados en los puertos de ese país.

En la actualidad el escenario sigue siendo incierto, ya que mientras en el gigante asiático se vislumbra una pronta salida a la crisis sanitaria, en el resto del mundo recién comienza y la posibilidad de una recesión económica global cada vez está más cerca.

Si bien aún no se puede medir el real efecto de la pandemia en China, la segunda economía más grande del mundo y, hasta ahora, principal socio comercial de Chile, los datos no son tan alentadores. La Oficina Nacional de Estadísticas de ese país informó caídas récord de la producción industrial, la venta al por menor o la inversión en activos fijos, lo que, sumado a otros índices, anticipan un colapso en múltiples ámbitos.

COMERCIO EXTERIOR Y SU DEPENDENCIA DE CHINA

Humberto Salas Jara, académico de la Facultad de Administración y Negocios, de la Universidad Autónoma de Chile, destaca la importancia del mercado asiático para la economía nacional y para la actividad agrícola de la zona sur.

El sector silvoagropecuario, afirma, inició este 2020 con la mayor participación en las exportaciones regionales con un 54,1%, destronando al sector forestal y transformándose en la carta de presentación, por ejemplo, de La Araucanía a nivel internacional. Dentro de este mismo sector la fruticultura es la protagonista que se lleva la gran proporción de estos envíos con el 98%.

“Hoy La Araucanía está exportando principalmente frutas y alimentos que representan a inicios de este año más del 67% de los envíos al exterior, donde dramáticamente dado el escenario actual el principal mercado de destino se concentra en Asia con el 69,5% de las exportaciones, destacando además aquí el mercado chino que representa el 78% de los envíos hacia esa zona”, sostiene.

Estos datos, sin duda, confirman la alta dependencia de las exportaciones regionales. “La rebaja en las proyecciones de crecimiento de China producto de su caída en la demanda de importaciones e interna, nos podría pegar fuerte principalmente en aquellas exportaciones del sector forestal”, precisa.

Salas recalca que si bien el actual escenario interno y externo tendrá impactos en los diversos sectores productivos de la economía chilena, es importante considerar que cerca de la mitad de la producción del agro se exporta y la otra se destina a abastecer el mercado local. Así mismo destaca que los alimentos son bienes cuya demanda interna y externa no merma independiente del escenario, dado que son considerados de primera necesidad.

“Así la producción primaria de leche, carne, granos, frutas y hortalizas entre otros no necesariamente se vería afectada”, dice.

DESDE LA SAGO

Christian Arntz, presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, Sago, considera que es pronto para cuantificar el real impacto de esta pandemia en Chile y el mundo.

“En primer término, debemos ser claros en algo que a estas alturas parece obvio: estamos frente a una crisis inédita en la historia de la humanidad y un desafío económico sobre el cual es difícil aventurar escenarios claros”, sostiene.

Agrega que dado el alto valor de las divisas dólar y euro se prevé un alza relevante en los insumos del agro en general, como maquinaria y fertilizantes, entre otros. “Esto tendrá un natural efecto en los costos de producción”, dice.

En materia de financiamiento el escenario también es complejo, no sólo para los agricultores, sino que para todos los chilenos, asegura. En ese sentido, “vemos con muy buenos ojos lo anticipado por el Banco Chile y BCI y esperamos lo mismo de Banco Estado, en orden a proteger la industria nacional productora de alimentos”.

En cuanto a las medidas económicas anunciadas el pasado jueves por el Gobierno, cree que son acertadas para este momento. “La inyección de capital para ir en ayuda de la Pyme protegerá el empleo y permitirá continuar con la debida normalidad la producción y abastecimiento de alimentos para la población”.

Asimismo, argumenta que el aumento de plazo para con los compromisos fiscales anunciados traerá un alivio importante a las empresas agrícolas que se debe destacar.

DE LLENO EN EL AGRO

En el caso del agro de la zona sur, específicamente en la carne, precisa que: “por las exportaciones que soportan un mejor precio que el mercado local dependiente del Mercosur, un repunte de la economía china, algo que parece cercano de acuerdo a las noticias que provienen de ese país, podría traer mejores noticias”.

Arntz agrega que, “sabiendo que estamos en presencia de una pandemia global con grandes repercusiones sobre la economía, llama la atención que hoy el novillo chileno sea el más barato del Mercosur, ya que no se condice con el valor actual del dólar que impacta de manera significativa los precios de importación de la carne”.

En materia de leche, recalca que China es el gran impulsor del mercado mundial de lácteos, por lo cual una mejoría en el gigante asiático debería continuar empujando un escenario positivo de precios al productor, sin perjuicio que lo impactante de las noticias de esta última semana provocaron una caída de todos los commodities, incluido la leche.

En el rubro frutales, que es mucho más dependiente del mercado internacional que los dos rubros anteriores, particularmente del mercado chino, donde ya hubo problemas esta temporada, enfatiza que “la mejoría de los mercados asiáticos hacia la futura temporada es crucial”.

Arntz también advierte que los temores por esta pandemia han invadido los mercados agrícolas más relevantes, como la Bolsa de Chicago, incorporando mucha volatilidad en los precios, en especial de los granos que, al ser commodities, no han escapado a la tendencia a la baja.

“Esperamos que este escenario se mantenga mientras esta emergencia sanitaria global no esté controlada, aunque de todas formas deberíamos apreciar una baja en la incertidumbre a medida que el Covid-19 va retrocediendo”, recalca.

En cuanto al mercado local, la producción de granos se manifestó esta temporada con buenos rendimientos y precios excepcionales de algunos productos como la avena.

“La gran amenaza sobre este y otros sectores agrícolas, tiene que ver con la cadena logística, ya que hablamos de productos de primera necesidad que deben ser priorizados en su mantención, funcionamiento y producción, para el correcto abastecimiento de la población”, afirma.

UN COMPROMISO

Desde la Sociedad de Fomenta Agrícola de Temuco (Sofo), su presidente Roberto Heiseel reafirma el compromiso de los agricultores con la producción de alimentos.

“Debido al impacto del coronavirus en el país y región, comprendemos la importancia de mantener la cadena alimenticia, desde la producción primaria hasta el abastecimiento, es decir desde los campos hasta las góndolas o comercio minorista donde se surtirá el consumidor”, asevera.

Recalca que al igual que otros gremios productivos apoyan las medidas que permitan modificar la tendencia de esta pandemia, velando por mantener la producción de alimentos para la población.

“En estos días cuando no se sabe cuánto podrá durar esta pandemia, seguimos produciendo y apoyando el bienestar de la comunidad nacional. Nuestros trabajadores y familias estan conscientes de la importante función que cumplimos en la sociedad, producir los alimentos”, dice.

En cuanto al posibles efectos en el agro regional consideran que este virus “no tendrá impacto en los volúmenes de producción, siempre y cuando no se afecte la cadena de abastecimiento de insumos”.

Heiseel precisa que si bien un dólar alto favorece al productor nacional frente al producto importado, no se debe olvidar que Chile es un mercado abierto desde hace más de 30 años, sin regulaciones de precios.

“Los precios están vinculados con los mercados internacionales y al precio del dólar, así como también los insumos que debemos comprar para poder volver a producir”, recuerda.

Para Víctor Valentín, presidente de la Sociedad Agrícola de Valdivia, Saval, esta pandemia generará un impacto en la agricultura, pero su magnitud dependerá de lo extenso que sea la etapa crítica del coronavirus, que las autoridades la han marcado en 12 semanas.

“Chile es un país con tradición agrícola con agricultores que por generaciones se han preocupado de abastecer al país de alimentos, por lo que tenemos la convicción de que existe seguridad alimentaria para unos cuantos meses”, afirma.

En el sector -sostiene- que la fruta ya está cosechada, las vacas deben continuar produciendo leche y se continuará sembrando, por lo que el impacto principal se verá en otros sectores económicos.

“El agricultor puede presentar problemas, pero podrá seguir funcionando y no tendrá grandes alteraciones, no obstante, esto pone en evidencia la importancia de tener un mínimo de alimentos asegurados para la población, por lo que deben existir desde ya políticas públicas que aseguren esto y un apoyo concreto a los agricultores, de todos los tamaños, para estas circunstancias, que les permitan realizar su cosecha y las labores rutinarias de producción con la mayor normalidad posible”.

Hoy en día -advierte- el Gobierno pone énfasis, a través de Indap, en los agricultores más pequeños, pero solo producen una fracción de los alimentos.

“Hay que pensar en cómo asegurar que todos, chicos, medianos y grandes, puedan seguir produciendo y así asegurar la alimentación de nuestra población”, concluye.

 


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