Publicado el 13 octubre, 2015 | por editor
Las condiciones que han favorecido reaparición de la mancha café en el lupino
Reapareció con intensidad y ha preocupado a los agricultores lupineros. Las condiciones climáticas caracterizadas por lluvias frecuentes, sumado a algunos factores de manejo del cultivo han favorecido el desarrollo de la “mancha café” durante la temporada.
Se trata de una enfermedad que afecta la parte aérea de la planta del lupino, cuyo agente patógeno además causa pudrición radical en las raíces de la misma. Ambas fases intensifican con fuerza daños en el cultivo. Afecta lupino blanco (L. albus), de hoja angosta o australiano (L. angustiofolius) y amarillo (L. luteus). Sin embargo, es más severa en L. angustifolius y L. luteus. Cabe indicar que L. albus es el menos afectado.
Según el doctor Rafael Galdames, especialista fitopatólogo del Centro Regional de Investigación Inia Carillanca “la mancha café y pudrición radical es causada por el hongo Pleiochaeta setosa, y ataca a la parte aérea y raíz de la planta. Además, puede aparecer afectando los cotiledones tempranamente.
En estados de desarrollo más avanzados se presenta en las hojas como manchas angulosas que se inician en los márgenes de los foliolos, los que se deforman, retuercen y finalmente se desprenden. La pudrición radical, en cambio, se inicia como manchas de color café oscuro tanto en la raíz principal como en las raíces laterales. En infecciones severas la lesión compromete gran parte de la raíz principal, en cuyo caso la planta se marchita y muere”.
Desarrollo
El uso de semilla contaminada puede conducir a infecciones tempranas. No obstante, aunque puede transmitirse por semilla, el principal medio de transmisión del hongo son los rastrojos o residuos infectados. En este sentido, las rotaciones de cultivo estrechas favorecen la aparición de la enfermedad, en particular la repetición de lupino sobre lupino.
“La pudrición radical se encuentra principalmente asociado a la carga de esporas presentes en el suelo y en menor medida a las condiciones climáticas. En cambio, la mancha café aumenta su incidencia cuando se dan lluvias intensas durante los primeros estados de desarrollo del cultivo. Con temperaturas bajas las tasas de crecimiento del cultivo son menores y las plantas permanecen pequeñas con una mayor exposición al impacto de las gotas de lluvia”, explica Galdames.
Dicho impacto hace que las esporas del hongo que se encuentran en el suelo salten hacia la parte aérea de las plantas. El periodo de mayor vulnerabilidad es el comprendido entre la emergencia y las 4 hojas. Cuando la temperatura aumenta, en septiembre-octubre, la planta alcanza un desarrollo que le permite cubrir mejor el suelo y reducir el impacto de las gotas de lluvia, evitando con ello el avance de la mancha café.
“La experiencia australiana indica que la siembra con cero labranza, manteniendo unas 2-3 t/ha de rastrojo de cereal, contribuye a defender el cultivo de esta enfermedad porque reduce el salpique de esporas producido por gotas de lluvia que impactan el suelo. Mediante las rotaciones de cultivo con cereales o gramíneas forrajeras, se logra una reducción importante en el número de esporas que sobreviven en ausencia de lupino”.
Galdames señaló que: “según investigaciones en Australia, la población de esporas que quedan en el suelo disminuye a la mitad con cada año de cultivo de cereal. Como práctica cultural se debe preferir el uso de cincel. Después de un ataque de Pleiochaeta se requieren al menos dos años con un cereal antes de volver a sembrar lupino”, agrega Galdames.
Las pérdidas que ocasiona la enfermedad son variables, por la dependencia de la enfermedad a las condiciones ambientales y de manejo agronómico.
Estudios prospectivos realizados por Inia Carillanca han permitido estimar que el secano interior de La Araucanía es la zona de mayor peligro, particularmente para siembras tempranas (abril-mayo), donde se han registrado pérdidas completas. El valle central, secano costero y precordillera son áreas de menor riesgo.
Recomendaciones
Para prevenir y manejar la enfermedad, los expertos recomiendan usar semilla sana, proveniente de siembras que no han sido afectadas; realizar tratamiento con fungicidas a la semilla. Los productos sugeridos son metil tiofanato + piraclostrobina (Acronis), o iprodione (Ippon, Iprodion, Rovelin, Rovral, Rukon).Eliminar rastrojos de lupinos que han tenido mancha café. Preferir uso de cincel en vez de rastra o arado. Retener una cierta proporción de rastrojo proveniente del cereal (mínima labranza).
Es importante limpiar la maquinaria con la cual se ha trabajado en el terreno con lupino atacado.Además, es preferible sembrar lupino luego de un cereal. En lo posible hacer rotaciones amplias (establecer lupino cada 2-3años). En suelos deficientes en fósforo, el lupino fertilizado tolera mejor la enfermedad.
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