Reportajes vino

Publicado el 11 febrero, 2019 | por editor

La propuesta que busca rebajar la graduación alcohólica al vino en el sur

El cambio climático abrió nuevas oportunidades para la fruticultura. Si hace un par de décadas se pensaba que cultivar uvas viníferas más allá del Bío Bío era una quimera, hoy cada vez son más los vinos, con calidad premium, que tienen su origen en esta zona.
Sin embargo, hay ciertos lugares del sur de Chile donde no hay la cantidad de calor necesaria para que el azúcar de la uva llegue a la concentración requerida para alcanzar el mínimo de 11,5º de alcohol, graduación que exige la ley para que el resultado final sea vendido como vino en Chile.

El proyecto de ley
Esta es la razón, por la que el diputado de Renovación Nacional Harry Jürgensen, presentó un proyecto de ley que busca bajar la graduación alcohólica de vino que se produce en el país.
La idea del parlamentario por la Región de Los Lagos es que se permita la disminución de los grados alcohólicos de los 11,5º que permite la ley hoy a los 8,5º, como ocurre en países como Argentina, Estados Unidos y Europa.
“Con esto damos la posibilidad de que se pueda producir vino en otras partes del país como el sur de Chile, donde por razones climáticas la fruta no logra la concentración de azúcar para producir un vino con esa graduación de alcohol que exige hoy la Ley”, sostuvo el legislador.
En esa línea, Jürgensen añadió que de ser aprobada la iniciativa “podemos hacer innovación agrícola en otras partes del país, reconvertir la agricultura, sobre todo la pequeña agricultura del sur de Chile, que se concentra en actividades que no son las más rentables”.
Asimismo -manifestó-, “podemos poner plantación de vinos en unidades de una hectárea por ejemplo y lograr cooperativismo entre pequeños agricultores. Eso persigue este proyecto de ley, producir un buen vino con menor graduación y también en otras partes del país”.
La viña Ribera-Pellin de la Región de Los Lagos, es una de las experiencias exitosas. Sus vinos ha sido destacados a nivel nacional, recientemente recibió el premio al vino innovador de Chile, categoría sur. Esta distinción es realizada por El Mercurio desde hace siete años.
Rodrigo Moreno, experto viticultor y gestor de este proyecto que partió hace 17 años, apoya la iniciativa del diputado Harry Jürgensen, ya que podría impulsar a aquellos agricultores de las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos que hoy están cultivando cepas de “clima frío y ciclo corto”.
“Esas cepas tienen más acidez, más aroma y menos azúcar por un tema climático. Donde hay más sol, hay más azúcar y por lo tanto son vinos que están entre los 10 y 12 grados de alcohol y si tengo un vino con 11 grados de alcohol y lo encuentro que está en su punto óptimo, no puedo ponerle vino”, explicó Moreno.
Ese es un problema, “ya que si yo soy emprendedor que está empezando el negocio no exporto el vino, pues primero tengo que mostrar mi producto en el mercado nacional. Si no le puedo poner ‘vino’ y le tengo que poner fermentado, chicha o pipeño, estoy bajándole la categoría a un producto que es igual o superior a un vino convencional”, agregó.
En esa línea, Moreno añadió que entre las regiones de Los Lagos y La Araucanía hay unas 700 mil hectáreas disponibles para el cultivo de uva.
Respecto de las ganancias a las que pueden acceder los miles de pequeños agricultores de opten por cultivar cepas, el experto señaló que pueden pasar de entre 400 mil y 900 mil pesos por hectárea con la producción de animales o granos, a superar los 2 millones de pesos por hectárea, “incluso superar los tres millones dependiendo del nivel productivo que logren alcanzar”.

Mayor análisis
Felipe de Solminihac también es un entendido en el tema. Desde 1995 se encuentra produciendo Chardonnay, Sauvignon Blanc y Pinot en la viña Aquitania de Traiguén y es considerado un pionero en esta materia, ya que con este viñedo nació una nueva Denominación de Origen, la del Valle del Malleco, para poder exportar el vino.
En la actualidad, Sol de Sol es uno de los vinos más reconocidos del país y ya suma una gran cantidad de trofeos. El último es el reconocimiento de la Guía Descorchados 2019 que ubicó a su Chardonnay 2015 como el mejor de Malleco y el sur de Chile con 96 puntos.
Sobre la propuesta del senador Jürgensen, Solminihac aseguró que si bien tiene una base cierta, se necesita de un mayor análisis y explicación.
“Es correcto que en parte de la zona sur no hay la cantidad de calor para que el azúcar de la uva llegue a la concentración necesaria para alcanzar el mínimo de 11º5 de alcohol. La zona sur es más fría, hay abundantes lluvias en inicio de otoño, época de cosecha y la uva se pierde esperando madurez”, sostuvo.
Sin embargo, cree que que bajar a 8º5 de alcohol es mucho, ya que se puede prestar para muchos abusos en sectores o años en que la madurez es buena.
“Se presta para diluir los vinos a fin de obtener mayor volumen. Lamentablemente esto no debería hacerse, pero ocurre y los sistemas de control del SAG no dan abasto, no tienen personal ni los medios para hacerlo”, añadió.
Precisó que de solicitar una disminución del grado, este debería ser de alrededor de los 10º y muy acotado para las áreas donde se cultiva la viña en zonas frías y para ciertos cepajes que pueden madurar en la zona. “Los cepajes de ciclo vegetativo largo no pueden entrar en estas zonas, me refiero a Cabernet Sauvignon, Carménère, Mourvedre”, dijo.
Además aseguró que “también se puede dejar la ley tal como está y solamente ampliar el artículo Nº36, que es muy antiguo, y que hace excepción para las zonas de Los Angeles, Hualqui, San Fabián y otros lugares en la Región de Biobío. En caso que el clima no permita llegar a grado en esta zona (hoy día se llega perfectamente), se solicita al SAG y hasta el Presidente de la República la autorización para poder comercializar el producto”.

Para pequeños  productores
Sobre si es necesaria esta modificación para impulsar el desarrollo de viñedos en la zona sur. Solminihac sostuvo que un cambio de la ley en este sentido puede ayudar a extender plantaciones para producir uvas y vinos en lugares especiales que favorecen mucho el turismo.
“Insisto no se trata de bajar el grado en la escala que está pensando, no hay que olvidar que el vino implica una serie de conceptos y uno de los principales es la calidad. Esto debe ser bien estudiado, pensado y limitado a sectores, áreas, cepajes y denominaciones de orígenes que deben crearse”, recalcó.


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