Publicado el 23 septiembre, 2021 | por editor
Hongos Silvestres Comestibles: un tesoro de los bosques nativos de Chile
Desde la prehistoria los hongos silvestres comestibles (HSC) han sido recolectados y consumidos, tanto por los pueblos originarios como por las comunidades rurales, no sólo por su valor como alimento, sino también, porque muchas especies de HSC poseen propiedades medicinales que ayudan a promover una buena salud.
La recolección de Productos Forestales No Madereros (PFNM) es una actividad ancestral, en la cual los hongos silvestres comestibles (HSC) han tenido gran importancia. En particular, los hongos chilenos presentan un buen nivel de riqueza y diversidad, debido al alto grado de endemismo que presentan los bosques nativos. Dentro de los PFNM presentes en nuestro país, se encuentran aquellos distribuidos en bosques dominados por árboles del género Nothofagus (hualle, coihue, raulí, lenga, ñirre, entre otros), donde existen varios hongos comestibles que son ectomicorrícos (asociados a las raíces), saprotrófos (que descomponen materia orgánica muerta) o parásitos.
Algunos HSC que se pueden encontrar en el sur de Chile y que se encuentran en alguna categoría de conservación, por lo cual es importante saber cómo recolectarlos de manera sostenible son:
Boletus loyo (loyo)
Es un hongo comestible que crece asociado a las raíces de Nothofagus y que ha sido registrado en Chile y Argentina, por lo cual es una especie endémica del sur de Sudamérica. Ha sido recolectado desde hace mucho tiempo por pueblos originarios, quienes lo consumían crudo o asado. Es una especie de gran tamaño y muy atractiva por su imponente aspecto, además de su intenso aroma y rico sabor. Esta especie está catalogada En Peligro (EN) según el Registro de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) de Chile, por lo cual es de suma importancia recolectar sus ejemplares de manera sostenible, extrayendo con cuidado sólo aquellos que están maduros y cuidando no arrancar con mucha fuerza, para evitar dañar el micelio e impedir su futura aparición.
Boletus loyita (pichi loyo, loyita)
Es un hongo que se asocia a las raíces de Nothofagus y que es bastante apreciado como comestible. Lamentablemente, según recolectores locales su población ha disminuido de manera considerable en las zonas donde suele crecer, sobre todo en los últimos 10 años. Debido a esto, se recomienda recolectar sólo de ejemplares maduros. Actualmente, esta especie se encuentra catalogada como Vulnerable (VU) de acuerdo al Registro de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) de Chile, principalmente, por una disminución en la calidad de su hábitat deteriorada por un aumento de la frecuencia y extensión de incendios, así como también, por contar con escasos registros.
Cortinarius lebre (lebre, leure)
Hongo ectomicorrícico endémico de Chile que se caracteriza por presentar un fuerte olor a naftalina (similar al queso añejo) que cuando hay suficiente humedad, se percibe a varios metros de distancia, por lo que sus nombres comunes lebre o leure, hacen alusión al olor de las madrigueras de liebre. Se comercializa en ferias y mercados locales, principalmente, en las regiones del Biobío y de la Araucanía. Suele prepararse de diversas maneras, siendo el ceviche y salteado los platos más ricos. Según el Registro de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) de Chile, esta especie se encuentra Vulnerable (VU), sus amenazas actuales son la deforestación y la sustitución del bosque nativo. Asimismo, la sobre-explotación de PFNM, puede considerarse una amenaza, ya que al ser una especie comestible bastante recolectada, a veces sus fructificaciones inmaduras son comercializadas en estado fresco a nivel local, ya sea en mercados o ferias libres.
Cyttaria berteroi (pinatra, curacucha)
Es un hongo parásito comestible asociado al roble de Santiago, hualo y hualle. Crece en hileras a lo largo de las ramas de sus árboles hospederos. Posee una distribución restringida a la zona centro-sur de Chile, donde su presencia ha ido disminuyendo en algunos lugares con el paso del tiempo. Aunque cada vez son más las personas que consumen digüeñes en nuestro país, todavía se conoce poco acerca de su valor nutritivo y compuestos bioactivos que puedan tener una actividad celular y fisiológica que promueva una buena salud. En el Laboratorio de Química de Productos Naturales de la Universidad de Concepción se iniciaron estudios hace algunos años. Esta especie está catalogada a nivel nacional En Peligro (EN) sólo para las regiones de Valparaíso y Metropolitana, debido a que se población ha disminuido, posiblemente por la tala y sustitución de bosque nativo, recolección poco sostenible, amenaza de incendios, entre otros factores.
Grifola gargal (gargal)
Especie saprótrofa endémica de Chile y Argentina, que suele crecer de manera localizada en cada bosque, de manera solitaria o en pequeños grupos sobre madera. Se desarrolla en forma restringida sobre ramas y fustes de árboles en pie o caídos de Nothofagus, ocasionándoles una pudrición blanca en el duramen. Tiene suave textura y características organolépticas ideales para la mesa, dentro de sus cualidades como hongo comestible destacan su “carne” abundante, sabor y aroma fuertemente almendrado. Se prepara de variadas formas, ya sea asado, salteado, escabechado, entre otras. La forma correcta de cosechar el gargal, es cortando con una cortapluma o cuchillo la fructificación completa asegurándose de que esté madura. De acuerdo al Registro de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) esta especie se encuentra Casi Amenazada (NT) y según la UICN está catalogado EN (En Peligro), teniendo como amenazas actuales la deforestación, manejo forestal, la sustitución del bosque nativo y la sobre-explotación.
En nuestro país, también es común encontrar especies comestibles dentro del género Ramaria conocidas comúnmente como changles o “chandi” en Mapuzungun, tales como: R. flava, R. botrytis, R. subaurantiaca y R. patagónica; sin embargo, la mayoría de las especies del género son más o menos laxantes, en especial, en estado fresco, por lo que no siempre se recomienda su consumo, el cual dependerá de la sensibilidad de cada persona.
Todos los hongos comestibles descritos son recolectados desde hace mucho tiempo en el sur de Chile, por lo que son una fuente de ingresos económicos para numerosas familias que viven cerca del bosque nativo, ya sea en predios particulares o en cercanías de Áreas Silvestres Protegidas. Asimismo, son comercializados de manera directa y en estado fresco en ferias y mercados locales.
Finalmente, destacar que es necesario promover la conservación y valorizar los hongos, incluyendo los hongos silvestres comestibles nativos de Chile, ya que éstos tienen gran importancia como fuente de nutrientes y compuestos bioactivos. Además, reconocer las características distintivas de los hongos comestibles es fundamental para prevenir intoxicaciones, en especial, cuando cada vez más personas se atreven a salir al bosque nativo a recolectar hongos para su propio consumo.
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