Publicado el 27 julio, 2020 | por editor
Granos: qué se viene para la temporada 20/21
Como una temporada cercana a lo normal -aún cuando el país enfrentó una de las peores sequías en especial en la zona central, centro norte y centro sur- calificó el presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco (Sofo), Roberto Heise, la campaña agrícola 2019/2020.
Heise recalcó que la Provincia de Malleco fue la zona que más resintió la falta de precipitaciones en La Araucanía “observándose en cereales y oleaginosas rendimientos por debajo de lo esperado. Durante la primavera las plantas desarrollaron un período de déficit hídrico por escasez de lluvias que afectó su rendimiento”.
Por otra parte, -explicó- que las buenas condiciones climáticas estivales permitieron un rápido avance de la cosecha. Prácticamente, a finales de febrero, la recolección de cereales, oleaginosas y leguminosas estaba terminada.
En cuanto al mercado de los cereales, el dirigente gremial reconoció que se vio muy activo durante la cosecha, con poderes compradores abiertos y disponibles para adquirir el grano que se les ofrecía, con un precio empujado por la cotización del dólar.
“El tipo de cambio influyó para que los precios ofrecidos por la molinería parecieran buenos, a pesar que en términos reales fueron muy similares a los de la temporada anterior. La intervención de Cotrisa fue bien recibida por el mercado, aunque considerada un tanto atrasada por los productores de la zona de Ñuble”, enfatizó.
PROYECCIONES
En el actual escenario ¿cómo se proyecta la temporada 20/21 para los granos en la región? Al respecto, Heise aclaró que las siembras están aún en pleno desarrollo, con cierto atraso por la gran cantidad de días de lluvia durante el mes de junio, por lo que no es fácil anticipar el comportamiento final de las siembras y de la superficie total sembrada.
“Nuestra percepción es que la superficie de trigo debiera mantenerse casi sin variación respecto al año anterior, con presión hacia un aumento en la superficie de avena, contra una reducción importante ya confirmada en la superficie de raps. Por lo anterior, es posible que las hectáreas de lupino se vean incrementadas, todo esto en virtud de los movimientos antes explicados”, dice.
El presidente de la Sofo también manifestó su sorpresa frente la importante reducción de casi un 10% en la hectáreas sembradas de trigo panadero anunciada recientemente por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) con información del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que reduce a sólo 183.000 ha la superficie de trigo en todo el país.
“Por lo general en todo el país se sembraba sobre 200.000-220.000 ha de trigo, volumen que se ha reducido en forma importante. El mayor responsable de esta reducción es La Araucanía, cuya superficie disminuye en casi un 20%. Esto último no debiera ser sorpresa, cuando desde hace más de 20 años existe un programa de gobierno que compra tierras productivas para entregarlas a beneficiarios que no tienen los recursos técnicos, ni económicos necesarios, ni interés personal, para mantener la productividad de esas tierras (Programa compra de tierras de Conadi)”.
Agregó que “se trata de una política pública irresponsable con la alimentación de la población. Se sacan predios del circuito productivo para ser entregados – a título gratuito – a beneficiarios que las trabajarán con menor nivel tecnológico, muchas veces en autoconsumo o abandono productivo de esas tierras”.
En este contexto, recalcó que es muy importante que el INE siga adelante con el Censo Agropecuario reprogramado por pandemia Covid-19 a la primavera de este año, de manera de disponer de nuevos datos reales de la actividad agropecuaria, que permitan actualizar y rediseñar las encuestas anuales que aplica el Instituto.
EN PANDEMIA
Con una crisis sanitaria en desarrollo, la agricultura fue declarada como una actividad estratégica para el país. Su rol como productora de alimentos le ha permitido mantener su ciclo de producción de forma muy normal; sin embargo, igual ha tenido que enfrentar algunas situaciones complejas.
En Chile, los principales problemas del sector -explicó Heise- se asocian a los cordones sanitarios y cuarentenas en algunas comunas que obstruyen y dificultan el desplazamiento de los trabajadores y del personal de apoyo, como del transporte de insumos hasta los predios.
“La buena operación de los puertos es igualmente muy importante. Aplicar y mantener las medidas sanitarias y de confinamiento al interior de los predios, como en las familias de los colaboradores, es una preocupación constante de los productores agrícolas en sus predios, y un objetivo que no se debe desatender en todos los procesos productivos con la seriedad que el Covid-19 requiere”, aseveró.
En cuanto al mercado de los granos, Heise, recalcó que este “se ha mantenido muy cauto, esperando primeramente terminar la cosecha en el hemisferio norte, que concentra la mayor superficie agrícola del mundo y la demanda de alimentos, y confirmar la real existencia total de granos (trigo, maíz, etc). También se está atento al desarrollo de la pandemia en Europa y Asia donde se escuchan noticias de rebrotes, situación que ha obligando a algunos países a retomar medidas de confinamiento, esto a pesar de estar en verano, cuando se supone que el virus tendría un comportamiento menos agresivo”.
Lo concreto -concluyó- es que “poco se sabe de este virus, y poco se sabe de las medidas que algunos países importantes productores de alimentos podrían tomar a propósito de esta pandemia aún en desarrollo en el mundo”.
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