Publicado el 13 noviembre, 2017 | por editor
Frutales: cuál es el impacto de las lluvias excesivas en primavera
Un 12% de superávit de precipitaciones se registra en Osorno, un 6% en Temuco y un 14% en Puerto Montt con respecto a un año normal a la fecha, según los datos de la Dirección Meteorológica de Chile.
En lo que va de 2017 en la capital de la región de La Araucanía han caído 1.126,6 milímetros (mm). Esta cifra supera lo que precipita habitualmente a esta altura del año (1.065,1 mm.). Un escenario similar el que se observa en Osorno donde se registran 1.291,3 mm caídos, cifra mayor a los 1.154,3 que se espera habitualmente para esta fecha.
Si bien las precipitaciones, tras años de sequía, siempre son bienvenidas, los últimos meses han ocurrido lluvias que no se habían presentado en las últimas temporadas, lo cual presenta ventajas y desventajas según los cultivos y respectivos estados fenológicos.
Según precisa Miguel Ellena, investigador de Inia Carillanca, las lluvias excesivas coincidieron con el estado fenológico de floración en algunas especies como pomáceas (manzanos) y drupáceas (cerezos) en las cuales se podrían producir problemas con mayor incidencia de hongos si no se efectúan tratamientos preventivos con fungicidas específicos para determinadas enfermedades fungosas (Venturia, Botrytis, Monilia, etc).
A su vez, advierte, que puede ocurrir una mayor presión de enfermedades de la madera (fungosas y bacterianas) tanto en frutales menores (arándanos, frambuesas, groselleros, zarzaparrillas) como en mayores (manzanos, cerezos, avellanos europeos, nogales) si no se toman las medidas preventivas a través de tratamientos con productos fungicidas y bacteriostáticos.
“Es importante considerar tratamientos contra enfermedades bacterianas en especies de importancia como ser cerezos ( Pseudomonas syringae)(Cáncer bacteriano) y en avellano europeo y nogales ( Xanthomonas) mediante aplicaciones de productos en base a sales de cobre”, aconseja el experto.
Para evitar fitotoxicidad recomienda utilizar cobres pentahidratados, especialmente en cerezos (especie susceptible).
MERCADO FRESCO
Por otro lado, en el caso de variedades más tempraneras de arándanos han ocurrido daños por granizos con deterioro de la fruta (esto sólo en algunas áreas con ocurrencia de granizadas), lo que afecta la calidad del producto e impide comercializar la fruta para mercado en fresco.
“Para frutales para mercado en fresco como cerezos y arándanos una alternativa tecnológica para evitar pérdidas y calidad de la fruta es el uso de techos que protejan la fruta de eventos climáticos”, recomienda.
En el caso de cerezos para prevenir cracking, ya que la mayoría de las variedades son susceptibles, existen algunas variedades con mayor tolerancia como es el caso de Regina y otras variedades, pero que no están disponibles en Chile, algunas de ellas de inferior calidad (calibre, sabor y color).
“Para cerezas de exportación es necesario contemplar el establecimiento de techos que permitan evitar el rajado o cracking de los frutos. Para variedades más tolerantes a la partidura se pueden realizar tratamientos con productos a base de silicatos y ceras que permiten aminorar el problema”.
CAMBIO CLIMÁTICO
Ellena asevera que junto a las lluvias será necesario prevenir problemas por heladas que podrían ocurrir con mayor intensidad en las zonas precordilleranas lo que puede afectar la producción y calidad de la fruta, particularmente para fresco.
El investigador recalca que nos encontramos ante un escenario de un cambio climático “global”. Por ejemplo, en Europa (norte de Italia, región de Piemonte, Hemisferio Norte) existe una prolongada sequía por más de 8 meses que esta afectando la producción agrícola.
En tanto, en el sur de Chile en los últimos meses han ocurrido lluvias que no se habían presentado en las últimas temporadas lo cual presenta ventajas y desventajas según los cultivos y respectivos estados fenológicos desde el punto de vista de la disponibilidad hídrica para satisfacer los requerimientos de las diferentes especies frutales, cultivos anuales y praderas.
Para las plantaciones futuras recomienda considerar la elección de variedades y portainjertos con mayor tolerancia a enfermedades y mayor tolerancia a partiduras, además de la adecuada elección de los sitios de plantación en zonas con menor riesgo de ocurrencia de eventos climáticos adversos.
Cabe destacar, que una mayor humedad y alza posterior suscesiva de las temperaturas también podrían producir una mayor presión de enfermedades fungosas y bacterianas, lo cual hace necesario considerar un plan de manejo fitosanitario de tipo preventivo como anteriormente señalado con el objetivo de proteger los huertos y evitar pérdidas importantes en la producción.
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