Reportajes SEQUIA

Publicado el 23 marzo, 2015 | por editor

Expertos analizan el impacto de la sequía en los cultivos de La Araucanía

La información entregada por la Red Agrometeorológica de INIA Carillanca indica que para la temporada agrícola 2014 – 2015 se han presentado dos escenarios. Por un lado, hemos tenido una primavera con precipitaciones un 52% inferiores al histórico en La Araucanía, pero en cantidades medianamente adecuadas para mantener humedad en el suelo y por otro, un verano extremadamente seco.
Según datos de la red de estaciones de Inia Carillanca, el déficit de pluviometría observado en enero fue de 37,3 mm, que se vio acentuado en con 40,5 mm adicionales febrero. La precipitación acumulada al 11 de marzo de 2015 en el valle central muestra apenas 1,1 mm de precipitación, contrastando fuertemente con la media histórica acumulada de 92,8 mm. El sector de precordillera registra una pluviometría de 0,9 mm, donde la media histórica acumulada a la fecha es de 163,7 mm.
El Secano Interior, se presenta prácticamente sin precipitaciones, donde la media histórica acumulada es de 67,5 mm. Finalmente en el secano costero ha precipitado 5,7 mm en donde la media histórica a igual fecha es de 92,2 mm.
Esta condición de déficit generalizado de pluviometría de enero, febrero y lo que va de marzo no ha sido observada en 50 años, comentó Héctor Pauchard, encargado de la unidad agrometereológica de Inia Carillanca. Lo anterior, es indudable que condiciona fuertemente el manejo de los recursos forrajeros, dada la menor disponibilidad de ellos. Por otro lado, los sensores de humedad que posee este Centro Regional de Investigación, muestran en el suelo de secano un porcentaje de humedad de apenas un 18 %, muy por debajo del punto de marchitez permanente. Tal condición es sostenida y observada desde mediados de enero.

Praderas y ganadería
En este sentido, el investigador Adrián Catrileo indicó que la sequía actual está afectando seriamente el crecimiento de las praderas, lo que ha significado que la suplementación del ganado con forraje conservado ha debido adelantarse en muchas áreas de La Araucanía, en especial en el secano interior.
“Sólo especies más tolerantes como festuca y bromo o trébol subterráneo han semillado y volverán con las primeras lluvias. Sin embargo, especies menos tolerantes como las ballicas, se verán más afectadas”, dijo Catrileo.
Otro efecto es que en los predios crianceros con falta de forraje se puede realizar un destete temprano de los terneros con 4 meses de edad, aun cuando se considere para estos animales la suplementación con granos. Dicha medida tiene por objeto permitir la recuperación de la vaca y mejorar su condición corporal para el invierno próximo.
De continuar la falta de lluvias, se deberá adelantar definitivamente la suplementación con forraje conservado destinada para el invierno, lo que obligará a recurrir a la utilización de todos los subproductos existentes”, puntualizó el experto de INIA Carillanca
Un aspecto de importancia son las praderas, que enfrentan una situación crítica. El crecimiento se ha detenido desde el mes de enero, traduciéndose en sobrepastoreo y muerte de plantas. Esto se ha visto agravado por los incendios forestales, que han consumido una gran superficie de pastizales, áreas de ramoneo e incluso cercos, afectando a pequeños y grandes productores.
“Cabe indicar que la época normal de siembra de praderas y verdeos de avena para invierno se realizan normalmente a fines de febrero al 15 de abril. Sin embargo, el establecimiento de praderas no se ha ejecutado debido a la falta de humedad y en algunos casos los suelos están muy compactados para iniciar las labores de rotura. En otros casos están demasiado mullidos, impidiendo regular la profundidad de siembra y lograr un mejor contacto con la semilla. Debido al uso anticipado de los forrajes conservados se ve un invierno con un déficit crítico de forraje, que debe ser reconsiderado en las siembras de praderas 2015”, señaló Oriella Romero de INIA Carillanca.
Al respecto y enfrentando una etapa crítica de falta de forraje, la especialista sugiere revisar el predio y destinar en aquellas áreas de rastrojo o potreros con mayor humedad siembras de avena al voleo e incorporar la semilla con rastra y rodonar, para posteriormente a la emergencia y después de la lluvia aplicar el nitrógeno necesario que permita aumentar el volumen de forraje. Recomienda destinar una mayor superficie de siembras de cereales para pastoreo como avena, triticale y ballicas bianuales de mayor volumen de producción en un corto tiempo. Por otra parte, en siembras de praderas permanentes, es importante reconsiderar el uso de especies más tolerantes a la sequía como festucas, ballicas con AR1, bromo, trébol subterráneo y en suelos con mayor fertilidad la alfalfa.
“También existe déficit de agua de bebida para el ganado ovino en nuestra región. La mínima a nula disponibilidad de forraje existente indica la necesidad urgente de efectuar una suplementación alimenticia para recuperar la condición corporal de las ovejas. En el área del secano interior y en sectores de secano de otras áreas agroecológicas, la condición corporal no alcanza a 2 (delgada), lo que implica bajas tasas de fertilidad. Esta escala es de 1 a 5, siendo 1 muy delgada y 5 muy gorda. Dada la escasez de forraje es recomendable suministrar granos a las hembras 15 días antes del encaste para permitir una buena ovulación y de paso gestar mellizos”, puntualizó la experta.

Cultivos
“Para los cultivos de mediana estación desarrollados bajo condición de secano y cosechados a partir de enero, como es el caso de la papa, se observa una diminución del rendimiento en torno al 35%; lo que comercialmente es aún más grave, puesto que gran parte de la producción corresponde a calibres menores, difíciles de comercializar y generalmente transados a un precio más bajo. Cultivos establecidos en septiembre presentaron rendimientos de 15 a 20 t/ha. Plantaciones de fines de septiembre a mediados de octubre y cosechadas en febrero, presentaron disminuciones de rendimientos de un 40 a un 50%”, dijo Juan Inostroza, especialista de INIA Carillanca.
Aclaró que las plantaciones más tardías con riego deficitario o en suelos de vega, se están desarrollando bajo condiciones restrictivas de humedad. “Evaluaciones preliminares indican bajos rendimientos y calibres pequeños. Se estima una disminución cercana a un 40%, es decir 20-25 ton/ha de rendimiento, respecto a un año normal. Por otro lado, cultivos con adecuadas condiciones de riego presentarán los mejores rendimientos. Sin embargo, igual se estima una disminución de un 15%, puesto que los agricultores están regando con restricción de agua; esperándose rendimientos de 40 a 45 t/ha”, dijo Inostroza de Inia.

Lupino
Respecto al lupino amargo alto calibre, sembrado en nuestra región y en condición de secano, en siembras tempranas, abril primeros días de mayo, no fueron afectadas en cuanto a rendimiento. A diferencia de siembras más tardías efectuadas desde mediados de mayo a junio, incluso primeros días de julio, si se vieron fuertemente afectadas por estrés hídrico, debido a una primavera históricamente menos lluviosa, provocando reducciones en el calibre de la semilla y principalmente por los pocos niveles de floración.
“Este cultivo llego prácticamente con dos floraciones a cosecha, lo que afectó el rendimiento, con pérdidas que fluctuaron entre un 20 y un 25%, lo que llevado a quintales significa entre 4,4 a 5,5 qqm/ha, con un rendimiento promedio aproximado de más menos 22 qqm/ha”, comentó Mario Mera, especialista en leguminosas de grano.
En cuanto a lupino dulce en condición de secano, se dio casi el mismo comportamiento. Siembras tempranas alcanzaron mayores rendimientos, por ser un cultivo de estación más corta respecto al lupino amargo, mientras que las siembras realizadas tempranas alcanzaron rendimientos promedios cercanos a los 25 qqm/ha. “Mientras se atrasaba la siembra se vieron afectadas por estrés hídrico, lo que provocó menores niveles de floración en el cultivo y pérdidas importantes en el rendimiento, que fluctuaron entre un 20 y un 30%, entre 5 y 7,5 qqm/ha. Para esta nueva temporada que se aproxima se sugiere realizar siembras tempranas, lo que ayudará a paliar pérdidas de rendimiento por estrés hídrico. Lo anterior implica mejorar ciertas labores en el manejo del cultivo, comenzando con un suelo libre de malezas y realizando un buen y oportuno control de éstas, durante el desarrollo del ciclo del cultivo”, acotó el ingeniero agrónomo José Miguel Alcalde.
Respecto al raps, Mario Mera, también entregó algunos antecedentes. “Por su siembra temprano en otoño y cosecha temprano en verano (enero), el raps de invierno es un cultivo que se defiende mejor del cambio climático que estamos experimentando, ya que la fructificación y llenado del grano progresan con una humedad del suelo relativamente mejor, si se compara con el lupino. Por lo mismo, los rendimientos de raps en esta temporada fueron satisfactorios y el porcentaje de materia grasa del grano dentro de lo normal en la mayoría de los casos”, puntualizó.

Cereales
Pese a este panorama, los productores de cereales sacaron cuentas positivas, ya que los rendimientos en trigo fueron mejores que el año pasado. Según lo informado por Carlos Fuentes, encargado de Insumos Tecnológicos de INIA, los resultados obtenidos con las variedades INIA dan cuenta de ello.
“En Triticale, Faraón INIA obtuvo sobre 107 qqm en Carillanca y en general para la zona sur sobre 90, con buena calidad de grano. Para las variedades de trigo Bicentenario INIA en la Precordillera de la zona sur, se obtuvo resultados cercanos a 120 qqm, superando por 20 qqm a Kumpa INIA en la comuna de Valdivia. Respecto a Maxwell INIA, trigo con gran calidad en gluten, se obtuvo buen rendimiento, es decir sobre 100 qqm, al igual que Dollinco INIA con rendimientos entre 90 y 100 qqm. En avena, siembras tempranas de Supernova INIA se obtuvo 85 qqm y con buena calidad de grano. En general, los rendimientos fueron afectados en algunas zonas entre un 10 a 15 %. En Carillanca se estima un 15%. Las temperaturas altas en floración disminuyeron la germinación de los granos cosechados en algunas zonas, respecto al año en un 5 %”, indicó Fuentes.
Cabe indicar que por el efecto de falta de agua en el llenado de grano, a consecuencia de la sequía primaveral, parte importante de los trigos sembrados en los rojos arcillosos y parte del valle central se vieron afectados en productividad y calidad del grano.
“Este efecto negativo, dependiendo de la zona, época de siembra y variedad, pudo oscilar entre un 10 y un 30%. En el caso de los trigos de precordillera estas pérdidas fueron más leves, pero existieron”, comentó Claudio Jobet, fitomejorador de INIA.

Frutales
Por otra parte, Ivette Seguel, especialista en Recursos Genéticos de INIA Carillanca, señaló que en varias zonas del sur de Chile se ha observado una disminución importante en la disponibilidad de fruto de especies nativas silvestres como maqui, calafate y murtilla, posiblemente atribuido a aborto de flores debido a la sequía.
Asimismo, Miguel Ellena, especialista de frutales informó que el déficit hídrico en frutales bajo condiciones de secano, por ejemplo plantaciones de avellano europeo sin riego en la zona sur, ha afectado algunos huertos. Particularmente plantaciones nuevas en formación, donde se ha evidenciado una defoliación precoz de los árboles y escaso crecimiento, afectando la formación de la estructura productiva de los árboles.
“Además, en huertos establecidos en suelos poco profundos y sin disponibilidad de riego también se han observado defoliaciones prematuras de los huertos, lo que indudablemente afectará la producción y calidad de las avellanas (llenado de pepa), como también incidirá en la producción de la próxima temporada por causa de estrés durante la inducción y crecimiento de brotes (madera frutal). Adicionalmente, se ha observado bastante daño por golpe de sol en variedades más susceptibles, particularmente a nivel de hojas. Lo anterior, se podría prevenir recurriendo a tratamientos con productos (bloqueadores) como aquellos utilizados en pomáceas, especialmente para las variedades menos tolerantes”, dijo.
Todas las demás especies frutales están bajo condiciones de riego, particularmente tecnificado, sin embargo, las elevadas temperaturas han causado estrés en plantas (algunos huertos con menor nivel tecnológico) y posibles daños en la inducción floral.
“En huertos de manzanos con nivel tecnológico, como huertos tipo familiares o caseros, se ha observado bastante daño por golpe de sol en aquellas variedades más susceptibles. Cabe destacar además, que la falta de lluvias ha favorecido la cosecha y calidad de fruta en huertos altamente tecnificados como cerezos y arándanos. Sin embargo, en esta última especie, particularmente en la variedad Brigitta se han apreciado problemas de calidad atribuibles a diversos factores, entre ellos de carácter genético y efecto de las condiciones ambientales”, puntualizó Ellena.
En este escenario frutícola, la falta de lluvia ha permitido comenzar la cosecha de avellanas europeas bajo condiciones de suelos sin humedad. Esto se transforma en una ventaja ya que la fruta se obtiene más seca y además facilita la cosecha mecanizada.


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