Publicado el 11 abril, 2023 | por editor
Estudio muestra que las plantas emiten sonidos bajo condiciones de estrés como la sequía
Las especies vegetales, en todas sus formas, son indispensables para la vida de otros organismos, por lo tanto estudiarlas y conocer sus dinámicas resulta fundamental. Un avance significativo en ese sentido marcó el estudio “Sounds emitted by plants under stress are airborne and informative” que demostró que las plantas emiten sonidos al estar sometidas a condiciones de estrés, como la falta de agua u otros tipos de daños físicos.
En concreto, los científicos analizaron los sonidos ultrasónicos emitidos por plantas de tomate y tabaco, logrando identificar sólo a partir de esa variable sus niveles de deshidratación y lesiones. “Los hallazgos tienen el potencial de ser utilizados en aplicaciones directas, como el monitoreo acústico en tiempo real de la salud de las plantas en entornos agrícolas y naturales. Esto podría permitir a los agricultores y conservacionistas detectar rápidamente el estrés en las plantas y tomar medidas preventivas o correctivas para mejorar su salud y rendimiento”, indicó José Miguel Alvarez, investigador del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) experto en adaptación de las plantas a estrés por sequía. Si bien los sonidos emitidos por las plantas no son fácilmente audibles para los seres humanos, “es posible grabarlos y estudiarlos con el uso de micrófonos sensibles y equipo especializado, además de técnicas de análisis de señales con herramientas computacionales e inteligencia artificial. Así, se puede clasificar y asociar la información auditiva obtenida”, puntualizó Alvarez, agregando que en el futuro se podrían desarrollar dispositivos y sistemas de monitoreo que utilicen estos datos para evaluar la salud de las plantas y detectar problemas en tiempo real.
Pero no sólo las personas se beneficiarían, “también los animales, como insectos y artrópodos, son capaces de percibir estos sonidos y podrían usar la información para ajustar su comportamiento y evitar, por ejemplo, alimentarse de plantas cuyos sonidos indican una menor calidad nutricional”, señaló el investigador, agregando que de todos modos se trata de un campo emergente, por lo que se necesitan más trabajos de este tipo para comprender de manera óptima las interacciones y cómo estas afectan a la ecología y la co-evolución de las plantas y los animales.
En cuanto a las perspectivas futuras en términos científicos, para Alvarez los resultados abren camino a nuevas áreas de investigación y desarrollo. “Es probable que se siga estudiando una variedad más amplia de especies, comprendiendo de mejor manera los mecanismos fisiológicos y bioquímicos que subyacen a la emisión de sonidos. Asimismo, se podría avanzar en nuevas tecnologías y enfoques para monitorear y analizar estas señales acústicas, detectando y abordando problemas de salud en las plantas de manera más eficiente y oportuna e impactando, de esta forma, la agricultura y la preservación de la biodiversidad”.
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