“El rubro ovino se ve muy auspicioso en Los Ríos”

Silvana Bravo Marchán es ingeniera de Ejecución Agrícola y agrónomo de la Universidad de La Frontera. De inmediato ingresó al Programa de Doctorado en Ciencias mención Biología Celular y Molecular Aplicada de dicha casa de estudio. “Siempre he trabajado en producción animal, especialmente con la “noble especie”, los ovinos, junto al profesor Néstor, mi tutor de tesis de pre y postgrado y un gran amigo, quien me enseñó mucho del rubro y el trabajo en terreno con animales”, comenta.

Silvana ha trabajado en el Instituto de Investigación Agropecuarias, CRI Carillanca, así como para varias consultoras realizando capacitaciones y actividades de transferencia tecnológica a productores del rubro ovino desde Ñuble a La Araucanía. También, en el Centro de Tecnología e Innovación de la Carne y del Laboratorio de Producción Animal, ambos de la Ufro. En 2019 ingresó al Instituto de Producción Animal (IPA) de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh.

-¿Qué líneas de investigación está desarrollando ?

Actualmente estoy finalizando un proyecto Fondecyt de iniciación que me permitió identificar dos nuevos polimorfismos de nucleótido simple (SNP) en la raza ovina Suffolk Down (no antes descritos para la especie ovina) que permiten modificar la actividad de la enzima Estearoil-CoA desaturasa (SCD) en su función de convertir ácidos grasos saturados en sus ácidos grasos monoinsaturados. Estos nuevos SNP permiten modificar el perfil de ácidos grasos de la carne de los ovinos portadores, volviéndola más saludable por su mayor contenido de ácidos grasos monoinsaturados, lo cual permite agregar valor y diferenciar este tipo de producto.

También trabajo en desarrollar innovación y adopción de tecnologías para generar capital social en la cadena de valor de la carne ovina de Los Ríos. Este es un proyecto ciencia-empresa del Programa Regional de Conicyt con financiamiento de un 100% del Fondo para la Innovación y Competitividad (FIC) de la región.

Este proyecto busca generar vínculos y reciprocidad entre diferentes actores de la cadena de valor de la carne ovina regional, con el objetivo de caracterizar y agregar valor a la producción de corderos, carne y productos cárnicos procesados, innovando en el desarrollo y establecimiento de un circuito turístico en la región, que promoverá la comercialización de un tipo de cordero, prácticas culturales y medioambientes propias del territorio de la Ecorregión Valdiviana.

Asimismo, estoy trabajando en agregar valor al subproducto de la pomasa de manzana en la región para su uso como antioxidante natural en productos cárnicos. Es un subproducto agroindustrial con gran potencial de uso en productos cárnicos, que necesita innovar, modificar sus etiquetas y atraer al consumidor con características nutricionales, de vida útil y organolépticas diferenciadas.

Finalmente, trabajo en introducir la raza de pelo Dorper en los sistemas ovinos de Los Ríos, por sus bondades productivas en relación a su uso como raza paterna en cruzamientos terminales, con el objetivo de mejorar las ganancias diarias de peso de los corderos, aumentar el peso vivo al destete, eliminar el costo de la esquila, además de permitir ampliar la producción carne de corderos en aquellos sistemas que cumplan con ciertos requisitos.

-¿Qué ventajas y desventajas ve en los agricultores de la región de Los Ríos?

-Los productores ovinos con los que he tenido contacto tienen como gran ventaja estar agrupados formalmente, y disponer de asesoramiento técnico de algún programa del Estado, lo cual trae muchas ventajas. Sin embargo, la principal desventaja es que aún existen brechas de nivel primario. No establecen sistemas de pastoreo y no manejan las cargas animales de acuerdo a la producción de forraje de sus predios. Esto, va en desmedro de parámetros productivos y reproductivos, y de la producción final del pedio en Kilos de carne /ha. Incluso muchos de ellos aún no separan el carnero de sus ovejas, lo cual genera que sus producciones sean muy heterogéneas.

-¿Cuál cree que es la importancia de vincular la academia y la investigación con los productores?

-En todo trabajo que realizo trato de conocer las capacidades de diferentes actores de la cadena de valor y de generar nexos entre quienes lo necesiten. Gracias a Dios tengo muy buenos amigos y colegas, y eso es mejor que tener dinero. Me gusta mucho la transferencia tecnológica, tuve una buena escuela, el Inia.

Soy de la idea que uno debe dar a conocer los resultados que se generan en investigaciones en el laboratorio o en el campo, en beneficio del rubro ovino, ya sea nivel regional como de país. Y ayudar en la medida que el tiempo lo permita a productores que quieren conocer y hacer cosas nuevas.

A pesar de que las estadísticas demuestran que el rubro ovino está en manos de productores de edad mayor, ellos tienen interés de diferenciarse, y es aquí donde la vinculación y la transferencia son muy importantes, para generar pequeños impactos productivos que luego son masificados, en beneficio del rubro y la producción regional.

El IPA el mes de marzo de este año firmó un convenio de colaboración con la Municipalidad de Lonchoche con quienes trabajaremos en transferencia tecnológica, realización de memorias, proyectos de investigación, prácticas vinculadas, entre otras actividades de vinculación, poniendo énfasis en el rubro ovino.

Doy gracias al alcalde don Ricardo Peña, a la Agrol (Asociación gremial de productores ovinos de raza de Loncoche) y a mi amigo Gastón Sandoval (encargado de la Dirección de Desarrollo Económico Local) por su confianza y apoyo en cada iniciativa que les propongo.

-¿Cómo ve el sector agropecuario en la región?

Esta es una región en donde el rubro leche bovina es muy importante. Hay en menor proporción sistemas de producción de carne bovina. Pero se debe destacar que existe una política regional que apunta a la agregación de valor y/o diferenciación de productos alimenticios y emprendimientos locales. Me voy a referir al rubro ovino regional. Para mí, se ve muy auspicioso, existe apoyo del Gore, además, hay comunas que tienen priorizado el rubro.

El componente turístico no ha sido explotado como se debe en relación a su vínculo con la generación y comercialización de productos cárnicos, y existe mucho por trabajar en producción primaria. Brechas que al ser desarrolladas con las agrupaciones y en conjunto con los equipos técnicos del Prodesal y PDTI se logrará unificar criterios, permitiendo diferenciar a los productores y sus producciones.

No digo que todos comercializarán carne en corte (esa es una pregunta que siempre me hace la gente), solo algunos tienen esa capacidad, pero estoy segura que, si continuamos trabajando muy vinculados y ampliando nuestros horizontes a través de diferentes estrategias de innovación y adopción de tecnologías, cada productor ovino de la región y/o agrupación tendrá una función y nicho especifico en la cadena de valor de la carne ovina regional.