Publicado el 19 marzo, 2018 | por editor
Desarrollo frutícola motiva la creación de nuevo Centro de Investigación en la Ufro
El despertar de la fruticultura en la zona sur ya no es sólo una quimera. Por ejemplo, la superficie destinada a frutales en La Araucanía presenta un crecimiento de un 182% en 10 años. Según los datos del último catastro frutícola elaborado por el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) entre el año 2012 y 2016 las plantaciones se incrementaron un 44% en la región.
Ante este nuevo escenario, para Rodolfo Pihán Sorian, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad de La Frontera (Ufro) y director del proyecto Fruticultura sin Fronteras, no existe otro camino que involucrarse en este desarrollo, más aún cuando el cambio climático trae para la zona la posibilidad de abrirse a nuevos cultivos productivos.
Es así, como desde la Ufro apuestan a acompañar este crecimiento y que mejor que implementando un nuevo Centro de Investigación dedicado exclusivamente a este rubro.
“Esto nace de fondos que asigna el Ministerio de Educación a la Universidad, los que antiguamente eran fondos de libre disponibilidad para que la universidad levantara iniciativas de su interés. Ahora se trata de fondos más dedicados y el Ministerio pide que se presenten perfiles de proyectos que sean más atractivos para la comunidad donde la Universidad esté inserta. En este contexto se presentó este proyecto que se trata de fortalecer la fruticultura al alero de la Universidad de La Frontera”, dice Pihán.
CAMBIOS
Para lograr el objetivo propuesto, uno de los primeros pasos será construir laboratorios, además de contratar dos expertos que se dediquen exclusivamente a este proyecto para así enfocarse en las necesidades del rubro y aportar con investigación y transferencia tecnológica.
“Comenzamos a funcionar hace una semana. Una vez que nos asignaron los recursos nos pusimos a trabajar. En términos prácticos vamos a hacer un mejoramiento en la infraestructura, se construirán laboratorios, vamos a contratar dos doctores en fruticultura que van a estar dedicados exclusivamente a este proyecto y vamos a establecer alianzas con el sector productivo”, recalca el director del proyecto.
Desde la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales tienen muy claro que dos años no son suficientes para la investigación y es por esta razón que se establecerá una red con los empresarios de la región, de manera de buscar soluciones con ellos y canalizar cuáles son sus problemas.
“Si tuviésemos que empezar a plantar en nuestro campo experimental, en dos años estaríamos recién empezando a criar las plantitas y es por eso que necesitamos aliarnos con los productores.Nosotros buscaremos a nuestros aliados, pero todos tienen las puertas abiertas en nuestro centro de investigación”, precisa Pihán.
El decano de la Facultad recalca que como universidad pública y regional tienen la obligación de responder a las demandas que parten desde el entorno.
“Este crecimiento frutícola hizo que nosotros levantáramos este proyecto con el objetivo de fortalecer las capacidades de investigación, transferencia tecnológica y extensión de la universidad de esa área”, comenta el director del proyecto.
En paralelo, dice Pihán, se fortalecerán las capacidades de investigación de la universidad a través de un Doctorado en Ciencias Agroalimentarias y Medio Ambiente que acaban de crear y que tendrá sus primeros alumnos a partir de agosto. Se suman también otras iniciativas con la idea de lograr una fuerza mayor para el desarrollo de la fruticultura en la región.
“Tenemos varios proyectos frutícolas que pueden complementar el trabajo que desarrollaremos a través de este centro. Por ejemplo hace dos años plantamos el primer ensayo de vides en Maquehue y estamos a la búsqueda de algunos fondos para que estos proyectos crezcan más. La Universidad también se adjudicó a través de Bioren –que también está en la Facultad- una inicativa de desarrollo frutícola con la Corfo, de largo plazo, para trabajar principalmente con avellano europeo”, sentencia el decano.
Además en la Facultad se está implementando un proyecto con financiamiento de la Fundación para la Innovación Agrícola (FIA) que se ganó un académico de la Universidad para evaluar problemas fitosanitarios de los avellanos europeos.
LA IMPORTANCIA DE LA FRUTICULTURA
Para Rodolfo Pihán no hay duda que en esta región y en la zona sur la Fruticultura es y será una de las principales actividades económicas, pero esto será siempre y cuando siga existiendo un apoyo en cuanto a infraestructura.
“Se deben fortalecer las redes de camino -hoy día se ha mejorado mucho- pero si pensamos en la agricultura más pequeña todavía falta. Otro aspecto que hay que trabajar es el riego, porque la fruticultura sin riego no existe, por lo tanto es fundamental que en paralelo al incentivo ya sea por lo atractivo de los mercados tengamos un desarrollo de la infraestructutra necesaria que tiene que ver con riego o alguna infraestructura de packing, pero en apoyo de los agricultores más chicos”.
Un tema que también preocupa, pero que tiene un caracter coyuntural es la caída del precio del dólar.
“Cuando sube el precio del cobre, afecta el tipo de cambio y baja el dólar y la fruticultura es una actividad principalmente de exportación, por lo tanto ese es un factor que hoy en día tiene un pequeño signo de alerta, pero tampoco hemos llegado a precios de dólar tan bajo que haga peligrar la rentabilidad”, recalca el decano.
En cuanto a la creación de agroindustria ligada a la fruticultura, Pihán considera que si bien es necesario e importante para consolidar este boom frutícola, no se puede olvidar que “no hay nada que tenga más tecnología que una fruta puesta en un destino del hemisferio norte a dos o tres días de ser cosechada. La tecnología también tiene que ver con la obtención de pigmentos, con la elaboración de productos que son farmacéuticos que tienen que ver con mucha más tecnología de lo que puede significar hacer una pasta, un puré o un jugo, ahí nosotros queremos aportar”, dice.
FRUTALES CON MAYOR PROYECIÓN
El investigador precisa que en esta región hay frutos que están establecidos como el manzano, los berries (arándanos), cerezos y los avellanos europeos, pero también hay otras iniciativas que son interesantes, tales como los nogales o los castaños.
“Con estas especies no se ha trabajado en la parte genética de la variedades apropiadas, pero creo que los castaños en un corto plazo se ven con harto potencial en la región, tal y como ocurrió con los avellanos europeos”, concluye.
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