Publicado el 7 septiembre, 2018 | por editor
Cerezas XXL: el calibre y la calidad de la fruta es determinante en el mercado chino
China es y seguirá siendo el principal destino de las cerezas chilenas. En la última temporada las exportaciones sobrepasaron las 150.000 toneladas y con esto se superó el récord de la campaña 2014-2015 que fue de 21.750.157 cajas o 103.081 toneladas.
“El mercado chino ha sido muy importante para las cerezas en los últimos años. De hecho, más del 85% de las exportaciones de esta fruta tiene como destino ese país”, sostiene Eduardo González, director regional de ProChile Araucanía.
El atractivo, explica González, se debe al significado que tiene esta fruta para ese mercado y a la dimensión y su cantidad de habitantes, que hoy llega a los 1.379 millones.
“Las cerezas en china son muy valoradas, sobre todo por su significado para el año nuevo chino, donde se regalan como una ofrenda de prosperidad y buenos deseos”, asevera.
OPORTUNIDAD XXL
Si bien los envíos van en aumento y se proyecta seguir creciendo. No todas las cerezas tienen una oportunidad en ese mercado. La mayor oferta hizo que los precios cayeran en un 15%; sin embargo, este resultado se puede contrarrestar con fruta de calidad y con calibres XXL.
Los chinos buscan una cereza que tenga buen sabor, que tenga buena azúcar y de gran tamaño, entre los 28 milímetros y 30.
“La oferta chilena llega para las celebraciones del Año Nuevo Chino, y en esas fiestas las cerezas son un regalo importante entre amigos y seres queridos, en símbolo de fortuna. Por eso, es que el productor chileno tiene una responsabilidad adicional al momento de enviar esta fruta a China, ya que con ese símbolo se regala vida, se regala algo saludable, por lo que hay que preocuparse muchísimo de la calidad, el color, el tamaño, el sabor y, tan importante como todo eso, inocuidad”, detalla Jorge Valenzuela, presidente de la Federación de Fruta de Chile (Fedefruta).
El calibre de la fruta, además será determinante, para el productor a la hora de rentabilizar este negocio. Un estudio de Fedefruta revela que los retornos por cerezas de menor tamaño no cubren los costos del productor.
Si bien es complejo identificar el porcentaje de productores que cosechan calibres que terminan no siendo rentables, de lo recogido por el Análisis de Liquidaciones a las cerezas de productores comercializadas por las empresas exportadoras, el 20 por ciento del volumen corresponde a calibres por debajo de los 26 milímetros.
El estudió arrojó que las cerezas calibre 22-24 mm y 24-26 mm recibieron retornos productor de US$1,08 y US$2,28 por kilo, lo que significa una pérdida, ya que el costo promedio anual de producirlas, asciende a los US$2,93.
En tanto, el promedio de las liquidaciones de un calibre mediano como el de 26-28 mm, sólo llegó a los US$3,7 por kilo, dejando menos de un dólar de rentabilidad al productor.
“Lo que debemos hacer para maximizar la rentabilidad en la industria de las cerezas, es trabajar los procesos en los tiempos y en las formas que permitan que el volumen de calibres menores se reduzca, y logremos un porcentaje mayor de cereza de calidad, condición y tamaño atractivos para los consumidores. En ese sentido, estamos seguros que la calidad paga a los ojos de los mercados”, precisó Valenzuela.
LAS LECCIONES QUE DEJÓ LA TEMPORADA PASADA
Valenzuela sostiene que ya se anticipaba que la temporada 2017/2018 venía con harto volumen de cerezas. “Desde muy temprano, de la floración, el productor veía que los árboles estaban muy cargados”, agrega
En ese tiempo, explica Valenzuela, era necesario realizar un raleo eficiente y en el tiempo adecuado; es decir, botar fruta y dejar las mejores para el posterior proceso de cosecha, con el fin de tener buenos calibres y calidad.
El raleo requiere de operaciones bien rigurosas. Entonces, los productores que no hicieron bien este trabajo, se quedaron con calibres pequeños, lo que significó resultados dispares y retornos que no cubrieron los costos.
“Hay que hacer los trabajos en tiempo y la forma que corresponden para obtener la mejor calidad, ya que el negocio de los calibres grandes es muy distinto al de Llos tamaños más pequeños, ya que los márgenes de rentabilidad son completamente opuestos. En uno se gana y en el otro los costos no se cubren, porque la fruta que no está en óptima calidad no juega en el mercado chino”, aclara.
EN EL FUTURO
El dirigente de Fedefruta augura que China continuará siendo el principal destino de las cerezas, y es posible, que dentro de poco también lo sea de otros cultivos. Ahora, hay que asegurar envíos de calidad y condición, continuar con la promoción y el conocimiento del mercado chino para profundizar hacia las ciudades interiores del Gigante Asiático, donde en cada una viven millones de habitantes con poder adquisitivo para adquirir productor importados.
“El próximo paso, mejorando la logística y la cadena de frío, empezar a desarrollar y trabajar el comercio electrónico, que está emergiendo con fuerza entre los consumidores chinos”, dice.
Esta opinión es compartida por el director regional de ProChile. Eduardo González insiste en que China es un mercado muy grande, de miles de millones de habitantes, por lo que las posibilidades de seguir creciendo son enormes.
“Chile no ha penetrado las ciudades interiores de ese país, por lo que aún queda mucho por descubrir”, recalca.
Agrega que de acuerdo a los estudios que ha realizado la marca sectorial Cherries from Chile para sus campañas de cerezas en China, esta fruta chilena es altamente valorada porque cumple con los estándares exigidos por el consumidor chino, sobre todo en cuanto a calibre y color. “Y también Chile es el segundo país, después de China, que recuerdan los consumidores cuando se habla de cerezas”, dice.
UNA OPORTUNIDAD PARA EL SUR
El sur de Chile es una zona en desarrollo para la fruticultura que está siendo conquistada por el nuevo fruticultor chileno, advierte Valenzuela.
“Con estos cultivos está cambiando el mapa frutícola chileno, trasladando hectáreas desde la zona central hacia el sur. La zona tiene todas las condiciones hoy en día de agua, de calidad del recurso hídrico y de suelo”, agrega.
Este frutal específicamente se da muy bien. La cereza del sur de Chile tiene un color muy atractivo, es bien crocante y crujiente, por lo que se convierte en un producto muy apetecido.
Para lograr buenos resultados recomienda que los huertos de cerezas puedan contar con techos, son fundamentales para la sustentabilidad a mediano y largo plazo de los proyectos frutícolas en el sur. La condición climática y lo delicada que resulta ser esta fruta lo demandan.
También es importante la elección de las variedades y los portainjertos que se adaptan bien a las condiciones del sur.
“Vemos el fruticultor tiene todas las posibilidades de ser un jugador importante en el desarrollo de la cereza en Chile”, sostiene.
En cuanto a las proyecciones para la próxima temporada, recalca que es aventurado dar cifras en este o cualquier momento, ya que el volumen depende de circunstancias y eventos climáticos que ocurran de aquí a fin de año, dependiendo de la lluvia, de la humedad, de las horas de frío, de las horas de calor.
“Podemos decir que de repetirse las condiciones climáticas de la temporada recién pasada, la cereza chilena volverá a desplegar todo su potencial productivo, como se vio estos meses”.
La temporada venidera es una preocupación del sector y por eso es que desde Fedefruta invitan a los productores frutícolas del Sur de Chile, del Biobío, Ñuble, la Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, a prepararse para la temporada que se aproxima, asistiendo al evento Fruittrade que se desarrolla anualmente en Santiago.
“No sólo hablaremos de la situación de los frutales que se producen en el sur, sino además traeremos a importadores chinos interesados en comprar fruta directamente de los productores. Estamos convocando a asociaciones como Sociedad Agrícola del Bío Bío, la Asociación de Agricultores del Ñuble, la Araucanía Frutícola, Sago y todos los agricultores del sur ligados a la fruticultura”. recalca.
EXPERIENCIA
Experiencias exitosas se replican en Malleco. Fernando Topali Galvan, motivado por la baja rentabilidad de los cultivos tradicionales, decidió incursionar en 2008 en la fruticultura. Eligió cerezas, comenzó con 10 hectáreas y hoy cuenta con 15.
En su predio, en la comuna de Angol, además produce trigo y alfalfa. Desarrolla actividades ganaderas y actividades forestales y acaba de terminar un huerto de espárrago que trabajó por 23 años.
Su fruta la comercializa a través de Agrícola Garcés, la principal exportadora de cerezas de Chile, empresa que envía su producción directamente a China.
Para Fernando Topali la temporada pasada marcó un antes y un después en el mercado de las cerezas.
“Las exigencias del mercado chino fue mucho mayor. Los calibres chicos prácticamente no se comercializaron y no se están comprando. Todas la exportadoras están dejando atrás las cerezas de calibres chicos”, afirma.
Agrega que: “hoy en día no podemos pensar sólo en sacar kilos y kilos de cerezas, sino que tenemos que ofrecer una óptima calidad y un mayor diámetro “.
Pese a que no lograron vender toda la fruta, las cerezas tamaño L se quedaron en el huerto (la cosecha demandaba mano de obra y el precio del mercado interno estaba bajo) su evaluación es positiva.
“Mi evaluación sigue siendo positiva, pero habrá que acostumbrarse a dejar en los huertos los calibres más pequeños, porque eso no se va a exportar. Habrá que optar a hacer el raleo o tener específicamente fruta que sea exportable”, sentencia.
Para la próxima temporada, espera que no se repita el mismo escenario de sobreoferta. Las buenas condiciones climáticas incidieron en que en el país se produjera una cantidad inusual de cerezas, con rendimientos sobre las 20 toneladas por hectárea.
“18 toneladas por hectárea fue la media a nivel país. Lo más normal son 14 a 15 toneladas por hectáreas, entonces hubo un 30% a 40% más de producción que un año normal. Ojalá que no vuelva a ocurrir una sobre producción de cerezas, porque el cuello de botella está en los packings para procesar la cereza, porque son limitados.Cuando se cosecha la cereza, ésta se manda a recepción y de ahí para llegar a la etapa de proceso no pueden pasar más de 72 horas”, explica.
“En esta oportunidad pasaron 5 a 8 días y la cereza no estaba lista para enviarse a destino, eso fue en desmedro de la calidad de la fruta. Llegó mucha fruta en malas condiciones a China”, agrega.
La recomendación de este productor para quienes quieren aventurarse en este rubro es mantener los huertos techados. Por ahora posee cuatro hectáreas cubiertas y apuesta a seguir sumando protección a sus huertos.
“Preocupa el tema de las heladas que se dan principalmente en septiembre, 3 a 4 grados bajo cero y eso produce un daño inmenso. Las cubiertas cumplen una buena función, principalmente para proteger el huerto de las lluvias en la época de floración y de cosecha”, dice.
Además advierte que hay que buscar las variedades más adecuadas. Regina por ahora es la más apetecida. “Es más tardía y prácticamente se salta el periodo de lluvias de diciembre. También es la mejor pagada. Se deben tomar los resguardos con techo y un sistema de control de heladas que puede ser con hélices. La recuperación de la inversión es al quinto año”, concluye.
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