Entrevista alvaro

Publicado el 16 noviembre, 2021 | por editor

“Buscamos, a partir de la innovación, nuevas alternativas productivas para los agricultores”

La Fundación para la Innovación Agraria (FIA) liderada por su director ejecutivo, Álvaro Eyzaguirre, se propuso impulsar la innovación en diversos ámbitos con el fin de acercarla cada vez más a todos los y las productores del país. Es por ello, explica Eyzaguirre, que se asumió el desafío de modernizar sus servicios para responder de mejor manera a las necesidades de los usuarios.

Asimismo, bajo la mirada del desarrollo regional, la Fundación cambió el sistema de trabajo territorial y robusteció fuertemente la presencia en regiones, a través de sus encargados regionales, con una presencia efectiva y cercana en cada uno de los territorios.

En su recorrido La Araucanía, región donde actualmente se están ejecutando 41 iniciativas FIA, con aporte comprometido de M$1.552, el director ejecutivo de FIA, habló con Campo Sureño sobre el enfoque de trabajo de este organismo durante estos últimos tres años, la importancia de innovar en el agro y los pasos que se han dado en función de lograr este objetivo.

“Visité distintos proyectos que estamos financiando como Ministerio de Agricultura a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) en la región. En este momento tenemos 41 proyectos activos por un monto cercano a los 1.600 millones de pesos y estamos por liberar 90 millones para otro proyecto y 150 millones más para otras cinco iniciativas, entonces estamos hablando del orden de 1.800 millones de pesos”, dijo.

En la zona se realizaron conversatorios y reuniones para promover los tres ejes estratégicos que guían el accionar de FIA: eficiencia hídrica y cambio climático, innovación en procesos y nuevos productos.

“Tenemos la posibilidad de enfrentar el cambio climático y todos los grandes desafíos que esto implica a través de la innovación agrícola utilizando todas aquellas tecnologías y opciones que están cada vez más a la mano de todas personas. Adicionalmente tenemos algo tan maravilloso como es el patrimonio agroalimentario de esta región en el cual tenemos una oferta enorme de productos que pueden salir al mercado y hacernos sentir aún más orgullosos de nuestra tierra y nuestra gastronomía”, aseveró.

-¿Cuál es el foco que ha tenido la Fundación para la Innovación Agraria durante los últimos tres años?

-Durante los últimos tres años hemos hecho varios cambios bien significativos. Nos dimos cuenta que era muy importante que cada región del país tuviese un representante, una persona que realmente pueda apoyarnos a impulsar esas iniciativas que tienen un gran impacto. Es por eso que hemos tomado profesionales de las regiones. Hoy tenemos de Arica a Magallanes una estructura de nueve macrozonales que en promedio tienen entre 1 y 2 regiones. Son personas que conocen muy bien los desafíos de sus zonas, los agricultores y los gobiernos regionales, y conocen también la investigación que se está realizando. Eso, ha sido muy provechoso y nos ha permitido difundir los instrumentos, ayudar y capacitar a la gente.

Estamos muy contentos de ver que, en las convocatorias que hacemos anualmente, tenemos una significativa participación en los últimos años gracias a la presencia de nuestros profesionales que son como verdaderos embajadores en las regiones. Hemos visto también como los proyectos que se postulan cada vez son más interesantes, potentes y con mayor impacto. Muchas veces pasa que la innovación se puede prestar para cosas excéntricas o muy disruptivas, pero que al final nadie las compra o nadie las aplica. Entonces hay que tener mucho foco para que con los pocos recursos que tenemos ayudemos con cosas que sí impacten a los territorios y rubros.

Hemos definido tres grandes desafíos estratégicos. Uno es el cambio climático y el manejo de los recursos hídricos. Todos sabemos que el cambio climático llegó para quedarse. Chile además es un país que está muy vulnerable al cambio climático. La convención de las Naciones Unidas tiene un estudio donde evaluó y determinó nueve parámetros de vulnerabilidad de los territorios y Chile es vulnerable en siete de los nueve aspectos evaluados.

Nos va a pegar fuerte lo del cambio climático -pero como digo- al mismo tiempo ofrece oportunidades y es ahí donde entra la innovación. Tenemos que buscar las oportunidades y, por otro lado, atenuar los riesgos y los desafíos que escenarios como estos nos traen.

Todo lo que podamos apoyar y financiar en esta temática nos interesa. Esto implica, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con el ataque de nuevas enfermedades y una serie de cambios en la dinámica de la agricultura. Estamos entusiasmados en recibir propuestas desde el punto de vista de la innovación.

-El cambio climático es el primero de los ejes estratégicos ¿cuáles son los otros dos?

-La segunda área que estamos apoyando, y que levantamos a partir de la inquietud de nuestros usuarios y nuestros representantes macrozonales, es el de mercados innovadores. Buscamos, a partir de la innovación, nuevas alternativas productivas para los agricultores. Pueden ser nuevos cultivos o nuevos subproductos. Pasa que muchos de los productos que se producen en el país tienen propiedades farmacéuticas, nutraceúticas o sus pigmentos se pueden aprovechar o son muy demandados. Eso podría significar una oportunidad de mayor rentabilidad para los agricultores al transformarse, por ejemplo, en un producto de exportación en una serie de nichos. Por eso es que apoyamos todo aquello que signifique una nueva oportunidad para los agricultores.

En La Araucanía hay iniciativas emblemáticas. En Los Sauces se está cultivando Azafrán, reconocido como el condimento más caro del mundo, demandante en mano de obra y bajo en requerimiento de agua. Esta es una tremenda oportunidad para la agricultura familiar campesina, porque en una superficie muy pequeña ofrece a los agricultores un gran retorno. Otro ejemplo en la región es la producción comercial de castaños marrón y almendros que está desarrollando Inia Carillanca.

En otras regiones tenemos una serie de cultivos nuevos como son las trufas. En el norte, en Iquique por ejemplo, están las palmas datileras, el dátil es una fruta que tiene una alta demanda a nivel mundial; sin embargo, hay una oferta insatisfecha y Chile tiene las condiciones para su producción. Estamos viendo una serie de productos nuevos para sumar al portafolio de los productores.

El tercer eje es lo que nosotros llamamos procesos innovadores. Aquí vemos los desafíos de la agricultura que requieren de tecnología. Vemos como la agricultura se va tecnificando, como disponemos de mecanización y de robótica. Vemos como la automatización a través de internet está tomando un rol importante en el agro. Tenemos aplicaciones, una serie de oportunidades para utilizar fotos satelitales, drones, sensores.

Toda esa tecnología está llegando muy rápido, a menor precio, más asequible y a los agricultores les permite utilizar sus recursos de manera más eficiente. Puede anticipar, a través del uso de estas herramientas, las condiciones para la aparición de algunas enfermedades.

La agricultura tiene un desafío enorme. Vemos que es una actividad dura, con mucha incertidumbre y que tiene una demanda que va a seguir creciendo, porque la población mundial sigue creciendo y, por otro lado, vemos como los suelos se van poblando. El mundo urbano se va comiendo estas buenas tierras, entonces el desafío es muy grande, porque se requiere ser más eficiente.

Tecnología

-Justamente se está incentivando el uso de tecnologías y plataformas digitales; sin embargo, todavía existe en Chile una brecha entre el mundo urbano y rural en esta materia. ¿Se mantienen desafíos en esta línea?

-Como FIA hemos estado estudiando mucho el tema de la digitalización del campo. Viendo las oportunidades y propuestas de los proyectos que postulan a nuestros fondos, hemos visto que si bien es cierto existe tecnología, nos encontramos con barreras como la conectividad. Todos sabemos que estamos apunto de recibir el 5G que será una revolución para aquellas personas que estén iluminados -como dice el término- y que tendrán esa conectividad, pero no para esas personas que están alejadas de los centros urbanos. Ahí, todavía tenemos un problema.

La conectividad es un gran desafío y también hay que capacitar a la gente. La tecnología es cada vez más amigable, pero hay personas que aún le tiene miedo. Por otro lado, vemos una gran oportunidad en la agricultura digitalizada para retener al talento joven en el campo y evitar la migración campo-ciudad. El uso de este tipo de tecnología es una gran polo de atracción.

-Cuando se habla de agricultura generalmente se asocia a la producción de materias primas y a poca innovación. ¿Eso ha ido cambiando? ¿Cuál es su visión?

-Hoy día nosotros vemos, sobre todo en nuestras convocatorias, como comienzan a aparecer proyectos en las regiones en los que se ve este valor agregado. Por ejemplo, en el caso de La Araucanía con la avena, cereal que es considerado un commodity y que tiene condiciones de nutrición, de fibra, de ser un súper alimento. Por otro lado, está la quinoa o el lupino que se puede aprovechar, y que ya se está haciendo, para darle valor agregado.

Los pigmentos naturales a nivel mundial para la ropa o para los alimentos están teniendo una demanda importante. En Chile tenemos muchos, como las papas moradas o las zanahorias, con los que se pueden abastecer estos mercados y lograr valores muy superiores.

Nosotros disponemos de una convocatoria nacional una vez al año y cofinanciamos hasta en un 80% proyectos con 150 millones de pesos cada uno. Son proyectos a tres o a cuatro años, en tres años se puede probar este concepto, probar el piloto tomando nosotros, como Ministerio, el riesgo por esa persona que tiene la idea, el concepto y que cree que a partir de este se puede llegar a un producto, servicio o alguna aplicación. Para nosotros es importante que la gente se atreva, se informe de que existen recurso y que no se intimide pensando en que le van a pedir muchos papeles.

Tenemos que ayudar todo lo que podamos para que la presentación de papeles no sea una barrera. No queremos que solo las universidades e institutos postulen a estas convocatorias, porque ellos tienen la capacidad y la organización para formular y proveer de toda esta información, por ello hemos simplificado eso al máximo.

Postulamos a que sea un formulario amigable, que sea sencillo y en la medida que van avanzando, van pasando los filtros y van ganando, recién ahí entregue la información más burocrática.

-De los rubros que se desarrollan desde La Araucanía al sur ¿cuáles son los que requieren mayor innovación?

-Hay muchas alternativas y la verdad es que se puede innovar desde las cosas más obvias. Hay que pensar que la incorporación de una innovación no se trata de que sea un invento, sino que a veces se trata de algo tan simple como implementar algo que otras personas ya han hecho y les ha funcionado. Eso también significa mucho al momento de querer aplicar una innovación en algo, no se trata de que tenga que ser una cosa súper elaborada o súper compleja, al contrario hemos financiado cosas muy simples, pero que tienen un impacto. Lo importante es que ese cambio tenga un impacto que nos ayude a enfrentar el problema y en ese sentido es que aplica a todos los cultivos, rubros y al mundo forestal.

Yo diría que hoy en día a nivel nacional y sorprendentemente de Arica a Magallanes, las 16 regiones están viendo en agricultura un tremendo desafío en la parte del recurso hídrico. Nosotros probablemente estamos mal acostumbrados a que históricamente hemos tenido un flujo de lluvias y precipitaciones que nos permitía no hacer un esfuerzo para cumplir con las necesidades de los cultivos, pero hoy en día esta escasez nos obliga a ser más creativos y eficientes. Para buscar esa eficiencia hay tecnología, hay métodos que hay que incorporar. No podemos seguir pensando que seguiremos haciendo las cosas como las hemos hecho hasta ahora, porque la demanda es cada vez más grande, porque los costos son cada vez más altos y tenemos que buscar eficiencia y ver como gastar menos y producir más.

- ¿Qué importancia tiene para FIAel respeto al medio ambiente a la hora de seleccionar los proyectos?

-Nosotros buscamos soluciones que sean sustentables. El concepto de sustentabilidad involucra tres elementos: que pueda sostenerse económicamente en el tiempo y que pueda generar un ingreso; un segundo punto es que sea en beneficio de las personas y que no haya una situación que pueda afectar de mala manera a las personas, y el tercer elemento es justamente el medio ambiente. No podemos sacrificar el medio ambiente y la naturaleza por proyectos de corto plazo. Nosotros como Fundación no podemos apoyar iniciativas que no sean sustentables y que no tengan estos tres pilares como fundamentos.

 


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