Publicado el 20 julio, 2015 | por editor
Aspectos técnicos relacionados con la poda mecánica del avellano europeo
Por: Miguel Ellena Dellinger
“fellena@inia.cl)
Investigador Plataforma Frutícola INIA Carillanca.
Desarrollar una fruticultura moderna en el sur de Chile, debe considerar el empleo y generación de nuevas tecnologías que permitan mecanizar completamente el cultivo. Lo anterior, tiene mucha importancia bajo las condiciones actuales y futuras donde falta mano de obra y mayores costos de esta.
Actualmente en Chile, la oferta de mano de obra agrícola es afectada por su escasez, debido principalmente a la migración hacia las ciudades y al mayor atractivo de otros sectores productivos que ofrecen mejores condiciones. Esto hace necesario pensar en un nuevo diseño de los futuros huertos frutícolas del país, con incorporación de tecnologías que permitan mecanizar las principales labores como son la poda, cosecha, control de sierpes y malezas, polinización asistida, entre otras.
ASPECTOS TÉCNICOS
A continuación se dan a conocer algunos aspectos técnicos, relacionados con la poda mecánica del avellano europeo que busca establecer una relación de equilibrio entre la actividad productiva y vegetativa de los árboles de avellano, limitando el fenómeno de la alternancia o añerismo en la producción, tan común en esta especie y de la caída anticipada de las avellanas.
La falta de una adecuada poda en huertos en producción ha llevado a que muchos de éstos presenten bajos niveles productivos y fruta de inferior calidad, en la medida que dicha práctica no se realice adecuadamente o se ejecute de manera incorrecta. Además, también se produce aumento de ramas secas, escasa penetración de luz, lo que hace necesario intervenir con podas muy fuertes para renovar la madera frutal, facilitando la entrada de enfermedades fungosas y bacterianas a la madera. En plantas adultas, excesivamente envejecidas por falta de poda, hemos observado un menor vigor de los brotes de un año de edad, afectando significativamente los rendimientos y calidad de las avellanas. Entonces, el desarrollo y productividad de los árboles están fuertemente influenciados por la calidad y cantidad de luz que dispone la copa.
Cabe destacar que una copa despejada, permite una buena iluminación de la parte interior del árbol, una mayor diferenciación de yemas a flor para el año siguiente y con ello, una producción de avellanas con mejor calidad. Debido a la falta de poda, también se ha evidenciado un desplazamiento de la producción de la fruta hacia la parte exterior del árbol, favoreciendo la alternancia en la producción. Es decir, años de alta carga de fruta y el siguiente con baja carga, cuestión que se ha estado observando en muchos huertos de avellano. Esto se debe a diversos factores, en sí el avellano es una especie añera, no obstante se puede minimizar a través de manejos agronómicos adecuados como podas correctas, nutrición, riego, entre otras.
La eliminación de ramas y brotes en exceso de las partes secas y enfermas de la planta permite una mejor penetración de la luz al interior de la copa. La falta de luz en esta especie es detrimental, ya que es ávida por dicho elemento. En tal sentido, recomendamos a los productores considerar la poda, que tiene mucha importancia sobre los niveles productivos del huerto. Más aún cuando muchos de éstos han tenido una mala formación de su estructura productiva y otros tantos, han sido sometidos a escasas podas de producción.
Se debe tener en cuenta que la primera temporada, luego de realizar la poda, los niveles productivos bajarán, ya que también estamos eliminando una cantidad no menor de flores femeninas. Sin embargo, en los años sucesivos los rendimientos y calidad de la fruta aumentará significativamente. Por ello, es recomendable realizar podas en las caras de los árboles de manera alternada, con el fin de evitar dicho problema.
Es sabido que el avellano produce sobre brotes desarrollados el año anterior. Los brotes cortos de 5-6 cm de longitud en su mayoría son estériles, mientras que con fines productivos los mejores son aquellos con 15-20 cm de longitud. Brotes con mucho vigor son menos productivos al presentar un elevado crecimiento vegetativo. Por ello, es necesario, considerar el vigor de la variedad, tipo de suelo (fertilidad), disponibilidad de riego, densidad de plantación, entre otros, previo a la aplicación de los fertilizantes, particularmente nitrogenados.
Período de poda
La poda en avellano es posible realizarla en otoño-invierno y también en primavera. Se ha observado que una buena fecha es entre caída de hojas y inicios de floración. En el caso de huertos en producción que hayan sido sometidos a escasa poda es importante efectuar poda de “retorno”, con el fin de estimular a la planta a producir nuevos brotes para reemplazo de la madera vieja ya agotada, con mala calidad y poca producción de yemas florales, particularmente aquellas femeninas.
La poda mecanizada se realiza con equipos de discos montados sobre barras orientables en la parte superior del árbol y para trabajar en sus paredes o caras (Hedding) y Topping.
La intensidad, profundidad y dirección del corte puede cambiar, adaptándose a diversas situaciones en que se encuentra un determinado huerto. Hemos evidenciado la importancia de realizar podas anualmente, de manera particular con acortamientos de ramas vigorosas y verticales que impiden la penetración de la luz hacia el interior de los árboles. Sin embargo, en árboles bien manejados y con podas correctas desde su formación, se logran buenos resultados con podas cada 3 años con el objetivo de mantener producciones altas y buena calidad de la fruta, evitando la entrada en añerismo de los huertos como se dijo anteriormente.
En los próximos artículos se espera abordar la polinización en avellano europeo, particularmente la polinización asistida, cuya temática Inia-Carillanca a través de su Plataforma Frutícola, ha ejecutado estudios por más de 7 temporadas a nivel de productores en las regiones de La Araucanía y Los Lagos.
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