Publicado el 5 octubre, 2020 | por editor
Arándanos: condición y calidad, ya no es importante es crucial
Por MARCELO ILLANES TAPIA, Asesor Técnico Zona Sur, millanes@stoller.cl
El aumento de la oferta de arándanos a nivel mundial sigue en alza, ya que se trata de un súper alimento, con innumerables beneficios nutricionales al entregar una dosis altísima de antioxidantes, como también por su concentración de vitaminas y minerales tan deficientes hoy en día en la nutrición del siglo XXI. Por estos beneficios y además por su agradable sabor es que cada día más países están siendo productores y también otros están requiriendo de ellos, por lo que la calidad y condición juegan un factor clave para diferenciarse en el mercado, y además para poder llegar de la mejor forma a esos mercados cada día más lejanos.
¿Cómo obtener esa calidad y condición?
Estos factores tan importantes en el producto final requieren de un minucioso trabajo en el manejo del huerto. Todas las labores que realicemos van a generar una mejora o una pérdida de calidad de frutos, por ello que es tan importante que ningún manejo productivo este en declive de los demás.
En ese sentido la nutrición a nivel tanto de raíces como de follaje tiende a ser indispensable, sobre todo de un nutriente como el Calcio, por ser un nutriente fundamental en la estructura de la pared celular de los componentes de la planta. El mayor problema que surge en ese sentido es que los arándanos carecen de pelos radicales por lo que son las puntas de las raíces nuevas las que hacen la absorción de este nutriente, sin un crecimiento constante a nivel radicular, no podrá verse absorbida la fertilización cálcica, y lo que, si logrará ingresar, se direccionaría por flujo transpiratorio a las hojas y no a los frutos, ya que estas son las estructuras que más transpiran. Por lo anterior, que es muy importante un constante estimulo radical y acompañado de dosis tempranas de calcio, ¿Por qué? Porque desde fruto cuajado a fruto tamaño arveja, es el periodo en que el fruto a nivel estomático transpira más y no tiene una alta competencia de los brotes y las hojas ya que su desarrollo aún no es el definitivo, entonces una mayor parte del calcio introducido al sistema ira hacia los frutos. Las aplicaciones foliares también pueden ser una alternativa, pero lamentablemente el calcio es un nutriente con una bajísima movilidad dentro de la planta, por tanto lo ideal seria en aplicaciones tempranas para lograr que el fruto pueda recibir el fertilizante, porque si llega a la hoja no podrá moverse vía floema desde el órgano fuente que vendría siendo la hoja al órgano sumidero que sería el fruto, además lo ideal es acompañar esa aplicación foliar de Ca con aplicaciones de Boro que le darán flexibilidad y estabilidad a la pared celular al formar enlaces con pectinas y polisacáridos.
¿En qué momentos apoyamos a las raíces?
Lo ideal es estar constantemente apoyando el crecimiento radicular y no solo en los “peaks” radiculares, ¿Por qué?, Por que en los “flush” la planta tiene la capacidad para producir naturalmente raíces, ya sea por óptimas temperaturas a nivel de suelo o bien, por disminución de la competencia por carbohidratos con los demás órganos presentes, en cambio al comenzar el crecimiento de brotes y frutos, la mayor concentración de carbohidratos se ira a esos puntos por tener un mayor “sink” de atracción, entonces el crecimiento de raíces se verá desfavorecido. Por ese motivo, lo importante es apoyar en todo el ciclo y mayoritariamente entre los “peaks” de crecimiento, ya que es en ese momento en el cual se están desarrollando los frutos y por lo tanto requerimos a nivel nutricional una mayor entrada de nutrientes desde el suelo, para justamente lograr una mejor calidad y condición, por lo que, al tener más raíces, tenemos más entrada de nutrientes y además un aumento hormonal lo que beneficiará al fruto. En la imagen 1 se observa como se disminuye el crecimiento radicular entre peaks y como la mejor estrategia es estimular constantemente a las raíces para evitar una disminución tan pronunciada del crecimiento radical.
También es recomendable una estimulación vía foliar con productos bioestimulantes, ya que equilibraran a la planta a nivel hormonal en momento de estrés. Recordemos que el arándano es una planta C3 por lo que se foto satura a temperaturas sobre 35°C y con ello aumenta la respiración y se produce un mayor gasto energético que ira a expensas de los frutos, por ser el órgano más caro de mantener en la planta y el menos necesario para su sobrevivencia, además con esas aplicaciones evitaran una excesiva concentración de auxinas que generaran un crecimiento innecesario de brotes apicales, como también el estímulo hormonal de las citoquininas producirán una mayor división celular y con ello frutos más grandes y de mayor calidad. Esas aplicaciones para buscar calibre siempre son recomendables desde cuaja hasta 22-24 días después, ya que en ese periodo es la mayor división celular de los frutos, post ese periodo, se busca el llenado de esas células ya generadas en el fruto, especialmente con GA3 y nutrición potásica.
Investigación aplicada:
Es por lo mencionado anteriormente que la consultora Santa María perteneciente al asesor Sebastián Ochoa, realizó un ensayo con los productos Rootfeed Concentrate® y Stimulate Fruit Sizer®, ambos productos tienen como objetivo mejorar tanto la condición como la calidad de los frutos, ya que Rootfeed Concentrate es un enraizante que contiene N-amínico, calcio, magnesio y cofactores hormonales promotores de auxinas, las que permitirán un aumento significativo en la formación de nuevas raíces. además, se utilizó el producto Stimulate Fruit Sizer, formulación bioestimulantes que promueve la síntesis y acumulación de citoquininas, auxinas y giberelinas, complementando y promoviendo la división celular natural de los frutos. Dentro de los principales resultados obtenidos durante la temporada, destaca el incremento en 3,4 veces la cantidad de brotes basales, pasando de 2,4 brotes basales por planta en el tratamiento control a 8,2 brotes por planta el tratamiento Stoller. Lo anterior, fue atribuido a un mayor desarrollo radicular y un equilibrio a nivel de planta en comparación al control de campo. Los beneficios de obtener una mayor cantidad de brotes basales, nos asegurará una renovación constante de la planta para mantener un huerto más joven y además generar mayores puntos de carga frutal para aumentar los rendimientos. Además, en términos de calidad de fruta, se observó un aumento estadísticamente superior en el peso de frutos, el calibre, la materia seca y el calcio ligado, pero lo más relevante fue la mantención de la calidad de la fruta durante todo el proceso de cosecha.
Por tanto, para obtener resultados satisfactorios, es importante que además de aportar una adecuada nutrición, sea en los momentos óptimos e incorporando todas las herramientas hoy en día presentes en el mercado.
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