Publicado el 9 enero, 2015 | por editor
El cara y sello de la primera exportación de vaquillas en pie a China
El 26 de diciembre se inició el viaje hacia China del barco “Polaris 2”, que trasladó a las primeras 7 mil 300 vaquillas en pie que exportó nuestro país al continente asiático. La alianza público – privada que permitió este envío inédito es celebrada por los actores vinculados al rubro silvoagropecuario. Sin embargo, en los gremios también existe incertidumbre, ya que advierten que esta iniciativa podría frenar la producción láctea nacional y reducir aún más el rebaño en el país.
LOS BENEFICIOS
El presidente de la federación gremial Saval, Juan Enrique Hoffmann, reconoce que la exportación vino a revitalizar un negocio que – a su juicio – estaba muy deprimido.
“Hizo subir los precios por una razón de oferta y demanda y volvió a poner arriba de la mesa el valor de la genética nacional, en el contexto internacional”, argumentó.
El presidente de Aproval, Edgardo Zwanzger, coincidió en que es una buena noticia para los productores de leche. “Particularmente de nuestra región, quienes luego de décadas de trabajo en mejoramiento genético y capacidad de gestión, hoy pueden acceder a una retribución razonable de sus hembras de reposición y a un reconocimiento de su esfuerzo en esta materia”, afirmó.
En tanto, el director regional del SAG, Jorge Cid, apuntó a la dinámica económica que la iniciativa genera no sólo en el rubro de los lecheros. “El proyecto de la empresa Minerva está dejando en los productores y en las regiones involucradas 16 millones de dólares”, enfatizó.
Ese monto – detalló – destinado a los gastos que consideró la logística de la exportación. Por ejemplo, la contratación de profesionales que desempeñaron labores durante el período de cuarentena y embarque, la compra de 16 mil kilos de alimento y la circulación de 60 camiones que transportaron a las vaquillas desde la comuna de Los Lagos hacia Puerto Montt, durante dos días.
Mientras que para el presidente de Fedeleche, Horacio Carrasco, “hay que celebrar que aquellos productores que ya están consolidados y tienen vaquillas suficientes, puedan entrar en este negocio de la exportación de ganado en pie”.
INCERTIDUMBRE
Pero la preocupación de los gremios radica en la pérdida del ganado nacional, importante para el desarrollo de la industria lechera del país.
En ese sentido Hoffmann dijo que “el exportar vientres obviamente significa ponerle freno al crecimiento de la masa ganadera nacional, pone una cuota de preocupación e incertidumbre respecto a la producción láctea”, afirmó.
Desde otra perspectiva, Zwanzger apuntó al rol de las autoridades.
“No se explica que mientras las propias autoridades nacionales del Ministerio de Salud alertan sobre los bajos niveles de consumo de lácteos y las consecuencias que ello acarrea en términos de salud pública, ningún agente del Estado plantee una mirada estratégica para advertir sobre el riesgo que implica despoblar aún más el rebaño lechero nacional; a finales de los noventa teníamos 620 mil vacas lecheras y hoy quedan 450 mil”, precisó.
El dirigente gremial agregó que: “mal por el país, que no ha sido capaz de dimensionar el papel de la producción lechera doméstica y deja abierto el camino para que el consumo interno de lácteos sea cada vez más dependiente de productos importados”.
En esa línea, el presidente de Fedeleche planteó que es importante que este tipo de iniciativas sean complementadas con acciones que fomenten el uso de semen sexado.
“Creo que esa será la forma de mantener un stock importante de vaquillas en Chile, de manera de no bajar en la producción y disponer de ganado en pie para aquellos países que lo demanden”.
En tanto, para Cid “esta iniciativa abrirá un camino que no será muy largo, no creo que estemos exportando vaquillas toda la vida, sin embargo el presente es muy optimista para nosotros”.
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