Publicado el 16 noviembre, 2020 | por editor
El impacto de la pandemia por Covid-19 en el mercado nacional de la carne
Tal como se puede notar un efecto en las distintas áreas de todas las economías mundiales, el mercado de la carne en Chile también ha sido influido por la pandemia de Covid-19. El presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno Sago. A.G,Christián Arntz, señala que la palabra “volatilidad” podría graficar de buena manera el panorama de este sector productivo.
“En el mercado local desde el punto de vista de los productores, ellos han visto un aumento de los precios principalmente por la baja que hubo en las importaciones a nuestro país. Esto se conecta con el mercado internacional donde debido a la pandemia varios frigoríficos, a lo largo del mundo, han debido cerrar o suspender sus faenas por algunos meses”, sostiene el dirigente gremial.
Arntz precisa que la incertidumbre en los diversos países por el abastecimiento propio también ha influido en el mercado local y la oferta de productos. “Podríamos decir que se ha vuelto un mercado volátil en cuanto a precios. Ha influido, además, ciertas restricciones de producción que han impulsado el precio de la carne al alza en nuestro país y eso lo pudimos ver con precios más altos en momentos como el 18 de septiembre, en donde la carne estuvo más cara que en 2019″, dice.
Con respecto a la demanda del producto en los mercados internacionales destaca que los cierres intermitentes han sido un factor clave en las variaciones de precios.
“Por el lado de la demanda también ha habido problemas. Recordemos que China cuando estuvo cerrado la demanda por carne cayó y eso hizo que los precios cayeran a principios de año. Posteriormente tuvimos una etapa en que el mundo se cerró, principalmente Europa, y eso hizo que cayera la demanda nuevamente y, por lo tanto, los precios tienden a responder a la baja”, explica el dirigente.
Arntz recuerda que luego con la reapertura del mercado internacional los precios se volvieron a vigorizar, pero hoy -enfatiza- nuevamente vemos un cierre importante, que impactará una vez más en los precios.
La demanda inconstante y extrema, precisa- hace difícil conocer el comportamiento futuro del mercado, hasta que no se encuentre algún tratamiento efectivo contra el Covid19. “Por el lado de la oferta y la demanda lo que podemos decir es que hay una gran volatilidad y eso no permite proyectar con claridad el comportamiento futuro”, advierte.
IMPORTACIONES
En cuanto a las importaciones Arntz explica que el mercado interno se equilibra a partir de la oferta interna que en estos meses es menor y esto hace aumentar la incidencia de las importaciones en el precio que se paga al productor.
“Nuestra ganadería, por largo tiempo, ha estado golpeada por precios poco competitivos que no han incentivado la producción. Ese déficit que va en aumento, puede que no alcance a ser cubierto en su totalidad por las importaciones, por las restricciones al comercio internacional fruto de la pandemia, lo que puede mantener una situación de buenos precios a productor, vinculado a un factor que no nos pone contentos, como es la escasez. Preferimos un escenario de aumento de precios fruto del crecimiento de la economía y el mejoramiento de las condiciones de vida de los chilenos”, dice.
Con una estabilidad mayor -precisa- se hubiera dado el escenario de un mercado menos dependiente de las importaciones, situación que no ha ocurrido, lo que hace poner mayor atención en los niveles de seguridad alimentaria que actualmente tiene el país.
EXPORTACIONES
Con respecto al panorama de las exportaciones Christián Arntz es claro en señalar que, si bien se sigue comercializando de forma bastante estable a China, hay mucho trabajo por hacer para consolidar la apertura a los mercados de cortes premium tanto en dicho país, como en otros del continente asiático. Destaca al respecto, la iniciativa que está impulsando Sago con respecto a la creación de una cooperativa ganadera.
“China sigue siendo nuestro mercado más relevante para la exportación de carne bovina. Se sigue trabajando en aumentar el valor de nuestras exportaciones, pues recordemos que hoy lo que principalmente se exporta son vacas. Ese mercado consume la carne bovina en sopas, entonces principalmente requiere carne de un menor valor; sin embargo, ahí existe un mercado de consumo más premium al que hay que seguir apuntando, en donde falta algo fundamental y que es tener un abastecimiento de una calidad premium pareja y en volumen suficiente para abarcar ese mercado”.
El dirigente gremial enfatiza que hay otros mercados importantes, como en su momento lo fue Europa o como puede ser Korea o Japón, pero para ello se requiere de un volumen que hoy la ganadería, frutos de muchos desencuentros a lo largo de sus últimos 20 años, no tiene.
“No se ha logrado desarrollar una mirada compartida de hacia dónde tenemos que llevar nuestra ganadería, cuáles son nuestros mercados relevantes y cómo tenemos que abastecerlos, y algo que es muy importante, saber cómo se retribuye de una justa manera al productor que hace ese esfuerzo tan importante para tener sus animales que cumplan con las exigencias de esos mercados.No ha habido un lenguaje común para lograr ese desarrollo y no salimos de “potenciales mercados”, argumenta Arntz, quien concluye que falta el desarrollo que logre hacer grupos asociativos como ocurrió en la leche.
“Para dar respuesta a un alineamiento en la producción en pos de esos mercados, yo creo que la idea que está desarrollando la Sago sobre una cooperativa ganadera es la respuesta que se estaba buscando”, finaliza.
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