Publicado el 27 agosto, 2018 | por editor
“Tenemos eficiencia, pero no somos competitivos”
Víctor Valentin, es un hombre nacido y criado en el campo. Conoce muy bien el negocio y tiene experiencia como dirigente gremial, por eso asume la presidencia de Fedecarne (Federación Nacional de Productores de Carne), con la confianza de poder concretar cambios que permitan mejorar la competitividad del rubro.
La tarea es compleja. El 80% de la oferta de carne en Chile presente en los supermercados proviene del extranjero.Durante el primer semestre, el país importó más de 103 mil toneladas de carne, cantidad que equivale a un aumento de 10,8% en comparación con la primera mitad del año pasado.
La competencia con la carne proveniente del extranjero les preocupa y es urgente tomar medidas al respecto. “Recibir carnes de dudosa procedencia, que no son fiscalizadas en nuestro país ni en su origen. Es un tema que está llevando a un deterioro de nuestra ganadería”, dice.
Frente a este escenario, Valentin recalca que una de las alternativas para mantenerse en el rubro es apuntar a la exportación, carne de marca lo que significa que, el productor que quiera trabajar con ganadería, tiene que producir con la calidad y los parámetros exigidos en el exterior. Eso sí, sin descuidar el mercado interno.
“Hay un espacio de mercado interno absolutamente viable, que son las carnes premium”, sostiene el dirigente gremial, quien recalca que el desafío de los productores está en “compartir el mercado interno de muy buena calidad, y afuera conquistar mercados que nos den un buen valor para que el negocio sea viable”.
Otro de los desafíos que se plantea en esta nueva etapa es retomar la reincorporación de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno AG (Sago), que el año pasado se marginó de Fedecarne. De este y otros temas, habló con Campo Sureño.
-La Sago se retiró de Fedecarne en 2017 aduciendo diferencias significativas respecto de la norma de tipificación de la carne. Hoy habla de retomar este lazo ¿qué cambió?
-Como en todo ciclo, hubo un cambio de directorio en Fedecarne, por consiguiente un cambio de percepciones y por supuesto que hay cambios de estrategias. Conjugando esas tres ideas, mis percepciones son distintas a la forma de trabajar de las personas anteriores. Mi estrategia, que es la que quiero seguir, a ellos les da más sentido y lo conversado hasta el momento es que puedan regresar.
-Usted ha planteado la idea de desarrollar un plan de trabajo que le permita gestionar y mejorar la representatividad de los ganaderos. ¿Cuáles son los principales pilares de este plan de trabajo?
-Es fundamental tener mayor representatividad tanto en el área territorial, como en el mayor número posible de cabezas de ganado a representar. Eso es un pilar fundamental. Si como Fedecarne estamos representando a un sector sólo de la zona central, no es lo mismo que tener representatividad desde la zona central hasta Punta Arenas, donde también se hace ganadería.
NORMA DE TIPIFICACIÓN
-¿Cuál es la posición de Fedecarne con respecto a la norma de tipificación?
-La posición de Fedecarne al respecto aún no ha sido determinada, ya que se está esperando algunos estudios de Odepa que están pendientes, los cuáles ayudarán a determinar qué podría significar, tanto para el consumidor como el productor, el tema del cambio de la tipificación. Sin embargo, creo que el tema está bastante maduro como para tomar de aquí a un corto plazo, una determinación al respecto.
Si bien los estudios de Odepa estarán listos durante este semestre, no significa que en base a eso tomaremos una decisión, sino que serán una herramienta más para que en el corto plazo como Fedecarne, tengamos una posición para trabajar, ojalá, con la cadena de la carne, ya que no sacamos nada pensar sólo en los productores, sino que necesitamos desarrollar un trabajo mancomunado. Ahí veremos qué cosas se pueden modificar, y que no.
Siempre se ha dicho que la ley de la carne ha sido favorable, pero el tema de la tipificación, que es una parte importante, es la que ha causado problemas y es lo que queremos trabajar para mejorar.
-En 2017 la Sago planteó que por esta norma se habrían generado pérdidas de US$ 1.100 millones a ganaderos. ¿Así de cuantiosas son las pérdidas? ¿Fedecarne tiene alguna propuesta para modificar esta norma y así competir de igual a igual con la carne importada?
-No discuto ni me hago cargo de esas cifras. Lo que sí me preocupa es que de 4 millones de cabezas de ganado que tuvimos en algún momento, hoy estemos por debajo de 3 millones. Eso significa que hay algo que no funciona, porque el negocio no es bueno. Alguien ha perdido dinero, alguien ha abandonado el negocio, ya que no es rentable ni atractivo, y por eso la gente se ha salido buscando otras alternativas.
En cuanto a las propuestas, tenemos que trabajarlas y consensuarlas. Tenemos que buscar la alternativa y ver cuál es la mejor a seguir. Hay algunos que optan derechamente por mantenerlas, pero hay otros que no. Ese es el tema.
Debemos buscar alternativas de consenso y solucionar este tema, ya sea dentro de Fedecarne como con la cadena de la carne.
-¿Hay alguna otra norma o reglamento que le preocupe?
-El Sinap, que trabaja actualmente el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y que reemplazará al Pabco, me da mucha esperanza ya que haría mucho más llevadero y factible trabajar y tener una mayor cantidad de predios aptos para la exportación a nichos específicos, que den valor agregado. Con ello, los sistemas se están mejorando para facilitar el ingreso de muchos predios y con ello aumenta la posibilidad de exportar.
-Según sus primeras declaraciones, Fedecarne buscará nuevos nichos de mercado en el extranjero.¿Cuáles son estos nuevos nichos? y ¿cuál será la estrategia para conquistar estos nuevos mercados?
-El buscar nuevos nichos significa primero tener una mayor cantidad de ganado exportable. Tenemos un nicho de mercado interno con marcas de buena calidad, lo que significa que tenemos espacio para crecer en Chile con respecto a carnes premium.
Luego, con el sistema de predios pecuarios habilitados para exportar, veremos cuáles son los nichos que más retorno provocan. Ahí debemos trabajar con gente que ha estado exportando, pero la idea sería consensuar y trabajar con la cadena de la carne para tener el ganado que se necesita, con las características respectivas, para llegar a algunos nichos que sean estables y permanentes en el tiempo, con un retorno que permita que el negocio sea viable.
Hace muchos años se hicieron algunas prospecciones para tener la información. Pero hoy día, como los mercados son dinámicos, como Fedecarne tendríamos que trabajarlo con gente que ya lo haya hecho, lo que implica asociarse y buscar alternativas de trabajar con algunas plantas faenadoras que ya tienen experiencia al respecto. El desafío sería ver la forma en que trabajemos juntos, para generar así un desarrollo de mercado en conjunto.
IMPORTACIONES
-Pese a lo ocurrido en 2017 con la carne importada desde Brasil, en el primer semestre de 2018 hubo un aumento en la importación de carne proveniente de ese país ¿Esto les preocupa?
-Absolutamente. Es nuestro gran problema recibir carnes de dudosa procedencia, que no son fiscalizadas en nuestro país ni en su origen. Es un tema que está llevando a un deterioro de nuestra ganadería. Nosotros tenemos buena genética, buenos animales e industrias con la tecnología para tener un muy buen producto, con buen almacenamiento, logística de distribución; pero competir con esta carne que viene muchas veces de stock de liquidación, es imposible.
El sistema de libre mercado, con sus imperfecciones, nos demuestra que la competitividad es de suma importancia. Ejemplo de ello es el caso de Iansa, primero en Rapaco (La Unión) y ahora en la zona central, donde cierran una planta siendo campeones del mundo en eficiencia por la producción de remolacha por hectárea.
En nuestro ámbito, somos los que sacamos ganado más joven a término a matadero, lo que demuestra una ganadería eficiente, sólo hasta que nos llega la carne importada. Tenemos eficiencia, pero no somos competitivos porque no tenemos las mismas reglas, lo que pone en riesgo miles de puestos de trabajo permanentes.
-Las importaciones de carne continuarán. Entonces ¿qué debe hacer un productor para mantenerse en el rubro y no sucumbir ante esta competencia?
-Durante la primera mesa ganadera de este gobierno el ministro de Agricultura fue bastante claro. Aquí debemos apuntar a la exportación, carne de marca, lo que significa que, el productor que quiera mantenerse y trabajar con ganadería, tiene que producir con la calidad y los parámetros exigidos; es decir, edad de matanza, cobertura de grasa, conformación. En definitiva, debemos cumplir las exigencias de los mercados a los que se quiere llegar.
-La producción nacional de carne no es capaz de satisfacer la demanda interna. ¿El consumidor nacional sigue siendo de interés para los productores nacionales o la apuesta está en el mercado extranjero?
-Las dos cosas. Hay un espacio de mercado interno absolutamente viable, que son las carnes premium, que si bien tienen otro costo, el poder adquisitivo del país ha cambiado y eso genera que la gente que quiera comer carne chilena de buena calidad, la va a poder adquirir.
Conjuntamente debemos seguir trabajando para tener mercados estables afuera, poder ser competitivos y mantenernos así. Ese es el punto. Debemos compartir el mercado interno de muy buena calidad, y afuera conquistar mercados que nos den un buen valor para que el negocio sea viable.
-La masa ganadera chilena sigue disminuida ¿qué hacer para revertir esta situación?
-Esto se revierte con que el negocio sea rentable y con que existan políticas de Estado de mediano y largo plazo que ayuden a la ganadería, como pueden ser créditos blandos para que se reestablezcan las crianzas que tan bien le hacen al país en sectores donde no se pueden desarrollar otras actividades.
Históricamente se viene hablando de un plan ganadero, pero a estas alturas se debe solucionar con acciones más concretas. Creo que de una vez por todas el Estado debe echarse la mano al bolsillo y generar herramientas que contrarresten el libertinaje de las carnes importadas, fenómeno que genera daño en el sector y que en otros países no sucede, pues las áreas ganaderas son mejor protegidas.
-¿Qué tan desarrollada está la Genética Bovina de Chile? ¿El país tiene capacidad para exportar genética bovina? ¿Les interesa?
– Absolutamente, de hecho por mucho tiempo se ha estado exportando ganado de leche y terneros de carne. Tenemos de la mejor genética, no hay ninguna duda al respecto. Hay criadores en el sur que por muchos años han trabajado este tema, logrando buenos resultados acorde a la calidad que se necesita, y que no tienen nada que envidiarle a la mejor carne del mundo.
Twittear