Publicado el 9 abril, 2018 | por editor
“La zona sur debiese seguir sumándose al crecimiento frutícola”
Pese a que en esta temporada los productores frutícolas han enfrentado un dólar bajo, las expectativas de crecimiento del rubro son altas. Tanto así que esperan superar las cifras de 2017, las que se vieron impactadas por el déficit hídrico y por los incendios que se registraron en la zona central, principalmente en O’Higgins, Maule y Biobío, a principios de ese año.
Luis Schmidt Montes, presidente de Fedefruta recordó que en 2017 el valor de las exportaciones de fruta fresca registró una baja de 9% en relación al año 2016, alcanzando 4.759 millones de USD FOB. Por ejemplo las ciruelas, arándanos y cerezas bajaron del récord del 2016, disminuyendo bajo las 100 mil toneladas exportadas al año, lo que se espera revertir en 2018.
“Enfrentamos una temporada normal. 2017 diría que fue complejo para la fruta, porque hubo grandes sequías luego los incendios en las zonas frutícolas más importantes. En 2016 se exportaron 2.700 millones de toneladas de fruta, en cambio en el año 2017 se exportaron 2.650 millones de toneladas, pero también tuvimos una caída en los precios del orden del 7% y 10%, lo que no nos gustó mucho. Esperamos en 2018 llegar a los 2,93 millones de toneladas de fruta exportada con un crecimiento de entre un 10% y 12% con respecto al año 2017. Vemos que se va a recuperar y seguiremos creciendo”, dice Schmidt.
DÓLAR BAJO
El presidente de Fedefruta también aconsejó cómo hacer frente a los vaivenes del dólar. Al respecto, el dirigente gremial, recordó que entre enero, febrero y mitad de marzo de 2018 el tipo de cambio estuvo a la baja.
“Por un lado realizamos inversiones con el dólar alto y terminamos vendiendo con el dólar bajo y eso tiene un impacto”, enfatizó.
-Entonces ¿cómo un productor puede enfrentar un dólar tan volátil?
-Este es un escenario que ya conocemos. Hubo un tiempo en que el presidente de Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) se lo pasaba más en el Banco Central o peleándole a Andrés Velasco, ministro de Hacienda con quién llegamos a tener un dólar a 430 pesos.
Chile es un país minero y cuando sube el cobre, baja el tipo de cambio, porque llegan muchos dólares al país y es de esperar que no baje más de 600 pesos, porque eso sí nos empieza a complicar tremendamente. Hemos tenido reuniones con Mario Marcel, presidente del Banco Central, con el ministro de Economía y, ahora, hay un cambio de autoridades y hay expectativas mejores.
¿Cuál es la receta? Tenemos que buscar todas aquellas cosas que podamos hacer para bajar nuestros costos, para mejorar los aspectos de rentabilidad y también pedirles a las autoridades que analicen este tema que afecta al país.
Existen algunas cosas que se pueden hacer, yo no estoy hablando de subsidios, pero sí le planteábamos al nuevo ministro de Agricultura la necesidad de realizar una buena campaña de imagen de Chile, porque así nuestros productos se venden mejor. Si se hace una buena promoción nuestros productos también se venden mejor en los mercados internacionales y ahí, evidentemente, hay varias opciones.
-¿Está hablando de apoyo a través de ProChile?
-Sí, esa es una de las opciones. ProChile cuenta con recursos del Interior y Cultura y ya lleva con los mismos recursos los últimos dos o tres años, eso en circunstancias que la fruticultura ha crecido y ha estado subiendo a tasas de 10 y 15%.
Hay muchas cosas que hacer, por ejemplo, en el sur están poniendo cerezos, berries, avellanos europeos, pero no tienen caminos pavimentados y es difícil moverse para las exportaciones. Entonces el Ministerio de Obras Públicas tiene un rol importante ahí.
Hay una gran cantidad de políticas públicas que se pueden implementar, pero por otro lado nosotros también como agricultores que sabemos de esto debemos buscar la mejor manera de poder palear esta crisis de rentabilidad que se produce por la caída en el tipo de cambio.
NUEVOS CULTIVOS PARA LA ZONA SUR
Las especies tradicionales más grandes en Chile son las uva de mesa y las manzanas, estas últimas han tenido rentabilidades bastante pobres durante los últimos años y por eso surge con muchas fuerza otro tipo de frutales.
-¿Qué cultivos se ven con mayor proyección en la zona sur?
-Han emergido nuevos cultivos.Un caso emblemático son las cerezas, creo que vamos a llegar cerca de los mil millones de dólares en exportaciones sólo a China, el 85% de nuestros envíos van a ese país. Estamos viendo que se están plantando cerezas incluso en Osorno.
Este año la cereza ha mostrado muy buenos números. Chile cuenta con alrededor de 40 mil hectáreas y este año se exportaron 39 millones de cajas a China, el año anterior sólo se habían exportado 19 millones de cajas. Claro, hay algunos precios menores, pero el mercado chino aguantó bien estos enormes envíos en volumen.
El avellano europeo es otra especie interesante, en la época en que era presidente de la SNA no se conocía este frutal de nuez y un día llegó el embajador de Italia con Ferrero a verme y a promover esto y ya vamos en 15 mil hectáreas y el desafío es llegar a las 30 mil hectáreas. En la zona sur este cultivo tiene futuro.
Otra especie con proyecciones es el nogal al igual que los almendros. Se trata de crecimientos explosivos y con demandas muy fuertes, por ejemplo, en China.
-¿Qué pasa con los arándanos?
-Ese mercado se abrió cuando yo era embajador y hoy se exportan más de 100 millones de dólares en arándanos a China.
Se han firmado tratados con India e Indonesia y si se considera hoy en día que los países con más población del mundo son China, India, Indonesia y Estados Unidos -sin este último país- esos otros tres países representan más del 40% de la población mundial, población que antes consumían muy poco y que hoy día tienen una gran demanda por fruta, carne y productos del mar. Eso va a seguir y debemos apropiarnos de estas demandas.
-¿Quiere decir que la zona sur sí tiene una oportunidad de crecimiento en la fruticultura?
-La zona sur debiese debiera sumarse a este crecimiento. Por ejemplo, el “Plan Marshall” que anunció el Presidente para La Araucanía, y según lo hemos comentado con agricultores de esa zona, está enfocado en como transformar la agricultura extensiva de la región en una más intensiva y dónde la fruticultura emerge como el rubro a impulsar.
-Recientemente se concretó un cambio de Gobierno. ¿Cuáles son los temas a los que debe darle prioridad el nuevo ministro?
-Hay varios temas pendientes, el primero y el más potente tiene que ver con el Estatuto Laboral y ya hemos tenido reuniones con el ministro para analizar el tema. Él era vicepresidente de Fedefruta y conoce muy bien el tema de las exportaciones.
A nosotros también nos tocó mucho luchar por el Código de Aguas. Todos estamos de acuerdo en que es antiguo y que hay que reformularlo, pero no por eso hay precarizar el derecho de agua de los agricultores, tampoco debe haber agricultores de primera o segunda categoría. En el sur recién están pidiendo derechos de agua y van a dar concesiones por 30 años e incluso por menos, ya nos son los mismos derechos que tienen los agricultores antiguos.
Por otro lado, está la modificación del Código del Trabajo para la agricultura, el que de alguna manera no recoge las especiales características únicas que tiene el sector agrícola que trabaja en lugares abiertos, sujeto a condiciones climáticas que nosotros no controlamos. Hubo un proyecto en el primer gobierno del Presidente Piñera que no fue aprobado y, ahora, la Presidenta Bachelet, el último día envió el Estatuto del Temporero, pero hay que ver cómo se resuelve ese tema.
También está el tema de la inmigración, tenemos una Ley de migración del año 72´, cuando habían pocos inmigrantes (peruanos o argentinos), pero no la cantidad actual de haitianos, venezolanos y ecuatorianos, colombianos que hoy hay.
Esto no es necesariamente malo. La Asociación de Municipalidades de Chile que está preocupada con el tema dice que el año 2016 la mano de obra temporal aumentó casi un 60%. Si vienen buenos trabajadores hay que resolver este desafío, porque hay muchos chilenos que ya no quieren trabajar en el campo y esto hay que considerarlo. En Estados Unidos, por ejemplo, quienes trabajan en la cosecha son los mexicanos y si vas a Europa los temporeros son del norte de África, de Hungría, Checoslovaquia. Esta llegada de extranjeros no es necesariamente mala, pero hay que reglamentar y ver que cómo un agricultor puede contratar a inmigrantes. Hoy hay limitaciones, sólo se permite un 15% de trabajadores extranjeros.
El otro tema importante es cómo protegernos y reforzar nuestros sistemas fito y zoo sanitario. Tenemos una gran llegada de turistas y con ellos vienen plagas y enfermedades que antes no teníamos (chiche africano, focos continuos de la mosca de la fruta, la mosca de alas manchadas) y que cruzan la cordillera Los Andes y hace mucho daño a los arándanos el tema de la lobesia botrana.
Por último seguir con la apertura de mercado, promover lo que tenemos e impulsar una buena promoción de nuestra imagen de Chile. Hay una cantidad de temas que hay que tratar con el ministro de Hacienda, del Trabajo y Agricultura, Obras Públicas. Hay expectativas de que todo debiese empezar a caminar mejor.
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