Noticias IMG_20170331_102014

Publicado el 3 abril, 2017 | por editor

Escándalo de las carnes brasileñas: ¿una oportunidad para Chile?

Tras el desbaratamiento de una red de corrupción en Brasil que maquillaba y vendía carne en mal estado, varios países productores han visto en este escándalo una oportunidad para crecer y apostar por destinos como la Unión Europea, Asia e incluso América Latina.

Por ejemplo, el sector cárnico costarricense ya se plantea la posibilidad de aumentar sus esfuerzos para abarcar parte del mercado que está dejando vacante Brasil. En Argentina los frigoríficos y ganaderos locales aseguraron que la detección de carne adulterada, podría beneficiarles, esto a partir de la demanda que podría abrirse en un futuro cercano ante el interés de algunos compradores de cambiar de proveedor.

¿Qué pasa con Chile? Importamos 185.028 toneladas de carne vacuna al año (alrededor del 50% de lo que se consume en el país), un 37,7% de ésta proviene de Brasil. En 2016 arribaron al territorio nacional 69.826 toneladas de este producto, lo que equivale a 300,5 millones de dólares. Esto nos convierte junto a México en el principal comprador del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil.

Sin duda, se trata de un socio relevante para el país, de ahí el revuelo que causó el hallazgo.

Si bien las primeras medidas adoptadas por el Ministerio de Agricultura (Minagri) fueron radicales -se prohibió el total ingreso de carne bovina, porcina y de ave brasileña-, con el paso de los días se pasó a una restricción parcial. Sólo se mantuvo la prohibición de ingreso de productos provenientes de los 21 establecimientos que se han visto involucrados en la red de corrupción.

PRECIOS

Con esta resolución, el fantasma de un probable aumento en los precios en Chile está quedando atrás. Así lo precisa, Rafael Lecaros, gerente general de la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes (Faenacar), quien asevera que como el bloqueo total duró 4 días, hasta que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) fue a Brasil para asegurarse que las acciones tomadas daban las garantías, no se evidenciará un impacto en la oferta de carne.

Por su parte, Christian Arntz, presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera en Osorno (Sago) y vice presidente de Fedecarne agrega que “Chile tiene hoy, al menos, cinco proveedores que pueden suplir la falta de estas importaciones”, por lo que se ve lejana la posibilidad de un aumento en los precios de la carne.

Esta opinión es compartida por Marcelo Zirotti, presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco (Sofo) y Harry Jürgensen, presidente de Corpcarne, Corporación de la Carne.

Este último precisa que “el cierre temporal del ingreso de carne de Brasil no debería afectar el precio en forma importante, porque estamos en plena estacionalidad nacional de alta oferta de ganado, y las ofertas de Paraguay, Argentina y Uruguay, también son normales. Chile siempre debe tener una reacción potente, independiente de las amenazas de represalias”.

UNA OPORTUNIDAD

Lo cierto es que el fraude descubierto en Brasil plantea varias interrogantes. Una de ellas es si este escándalo podría transformarse en una oportunidad para Chile

Lecaros asegura que la arista que se debe aprovechar en estos momentos para consolidar esta alternativa es la relativa al consumidor, quien tras el escándalo “está más alerta y no sólo está aprendiendo a valorar la calidad de la carne chilena, sino que también está preocupándose de la seguridad y sanidad de ésta”.

Arntz, refuerza esta idea. Asegura que ha quedado en evidencia que “la calidad de la carne que viene de afuera deja un enorme manto de dudas a diferencia de la carne chilena, cuya calidad es reconocida internacionalmente”.

En el tema de la calidad, Marcelo Zirotti es enfático y remarca que en el país la fiscalización funciona. “No hay duda que nuestra carne es de mejor calidad, porque está bajo reglamento y cumple estándares exigentes. Con la carne extranjera nada nos asegura que se está consumiendo carne de buena calidad”, recalca.

Pero a la luz de los hechos, lo ocurrido en Brasil, ¿será suficiente para que los consumidores prefieran la carne chilena?, más aún ¿podrían los productores locales hacer frente a un aumento en la demanda de cortes nacionales?

Según Christian Arntz la reacción de los productores no es tan rápida como estos hechos coyunturales. Y, advierte, sólo será el aumento del consumo de la carne chilena lo que naturalmente incentivará un incremento en la producción.

En tanto, el gerente general de Faenacar cree que los productores sí podrían hacer frente a un posible aumento en la demanda interna, pero en el mediano plazo.

“Por ahora se debe invertir en educación al consumidor para que valore realmente lo que se produce en Chile, tal y como lo valoran los países que se están llevando animales y comprando carne nacional”, explica.

Por su parte, Harry Jürgensen, reitera que no hay recuerdos de un escándalo de estas características en el mundo, por eso cree que éste podría ser el momento para valorar nuestra ganadería nacional e impulsar su desarrollo. “Ello mediante instrumentos reales, éticos y efectivos que nos permitan duplicar la masa ganadera en los próxima década, ya que de lo contrario, la competencia desleal, como la que se acaba de descubrir, seguirá distorsionando los mercados y aniquilando nuestro patrimonio ganadero, como ha ocurrido en esta última década”, plantea.

COMPLICACIONES EN EL RUBRO

No es ningún misterio que este rubro año a año debe enfrentar la reducción de la masa ganadera. La continua pérdida de vientres y el desencanto de los productores es multicausal.

Para Rafael Lecaros la “obsoleta” ley de tipificación no ayuda. No permite diferenciar las carnes de razas europeas, de las carnes sebuínas que nos llegan de Brasil y Paraguay y nos ponen un precio “techo”.

Afortunadamente cada novillo produce cortes más caros y más baratos, por lo que no se tiene porque transar la calidad por el precio. Aquí aplica “lo barato cuesta caro”, asegura.

Arntz concuerda: “hoy, la situación ganadera nacional es precaria, debido a años de competencia desleal, con oferta de calidades muy distintas, fundamentalmente por la aplicación de la Ley de Tipificación, lo cual ha hecho que la oferta de carne nacional haya disminuido a mínimos históricos y esto tomará un tiempo recuperarlo”.

Sostiene que si bien la norma de tipificación fue desarrollada con un criterio proteccionista, lo que ha ocurrido es que hoy se importa “más del 60% de lo que consumimos, lo que demuestra que se trata de una norma imperfecta, ya que el Estado no ha tenido la capacidad para asegurar su cumplimiento en los productos importados y, al mismo tiempo, ha impuesto restricciones arbitrarias al comercio interno, que han terminado ahogando la oferta de carne nacional”.

CONSUMO

Para incentivar el consumo y la producción de carne nacional ya se están tomando medidas. “Debemos, promocionar la carne chilena; para esto estamos en un proyecto de la cadena con Fedecarne y Afech, apoyados por el FIA y Odepa, que permita que todas nuestras carnes tengan un sticker destacado que identifique a Chile”, dice Lecaros.

Pero agrega que “también debemos aprender de los errores ajenos (Brasil), uniendo a nuestra industria para asegurar la estandarización hacia arriba, ya que la falla de uno puede afectar la imagen de todas las carnes chilenas”.

Para Christian Arntz, la disminución de la masa ganadera es el reflejo del estado actual de un negocio que se encuentra estancado desde hace décadas.

Asegura que los productores no ven con claridad las perspectivas a futuro y por eso es que hay una permanente reconversión de predios hacia otros rubros más rentables o que se perciben con un horizonte más auspicioso.

Como Sago, asegura, distinguen tres grandes cuellos de botella del sector ganadero, sobre las cuales ya se está trabajando en una mesa conjunta con el Ministerio de Agricultura. “Identificamos la falta de generación y consolidación de nuevos mercados; instrumentos financieros no adaptados a las necesidades de los productores; y una gran debilidad institucional que no contribuye a aprovechar las cuotas de mercado que se nos han abierto por medio de los tratados internacionales”, advierte Arntz.

El dirigente agrega que ya hay avances en la generación de un proyecto que crea un instrumento financiero moderno y acorde a las necesidades del sector, el cual será presentado pronto por parte del Minagri. “Pero sabemos que ello no es suficiente”, concluye.

 


Sobre el autor



Back to Top ↑