Publicado el 25 enero, 2016 | por editor
La patagonia de Aysén es la cuna del primer espumante de grosellas
Las grosellas poco a poco han sumado hectáreas en la fruticultura nacional. Si bien en Chile su consumo aún no es tan masivo como los arándanos y las frutillas, hay productores que han tomado el riesgo y han apostado por su cultivo. Este es el caso de Carlos Sáez Oñate y su esposa Felicinda Roa Sánchez.
En 1923 en el Cerro Galera, a 40 kilómetros al sureste de Coyhaique y a orillas del río Huemules, estos emprendendores elaboraron el primer espumante a base de este berrie, altamente apetecido en Europa. Su creación se transformó en una tradición que pasó a las manos de una de sus hijas, Palmenia Sáez Roa.
Para continuar con esta herencia familiar se formó la Cooperativa Patagónica de Agroturismo Saltos del Huemules, que preside Franco Uribe. Uno de sus primeros proyectos es la creación del primer espumante de grosella de la Patagonia.
Esta iniciativa cuenta con apoyo del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del gobierno regional de Aysén, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Indap y las empresas regionales Ruibarbo Restaurant y Hotelera Patagonia Limitada.
“Se trata de un producto que tiene un gran valor, ya que nace de varios tipos de rescates: del rescate de la tradición y también del rescate del fruto. Nosotros estamos rescatando las matas de grosellas que estaban en las antiguas taperas de los primeros pobladores que llegaron a esta región y creemos que la gente lo va a recibir de muy buena manera”, destacó Franco Uribe.
Según el director de FIA, Héctor Echeverría, este proyecto posee una serie de cualidades que justifican el apoyo y acompañamiento técnico brindado por su institución.
“Se trata de una iniciativa presentada por una cooperativa de pequeños productores, lo cual implica un impacto social que para nosotros resulta muy relevante. Rescata una especie frutal introducida hace casi un siglo a la región, otorgándole un carácter patrimonial y territorial incuestionable. Y, finalmente, es un proyecto que agrega valor, generando un producto que ya cuenta con el interés comercial de importantes hoteles y restaurantes de la región, lo cual garantiza su futura inserción comercial”.
Según explicó Marcelo Hernández, director de Indap Aysén, la producción de esta bebida “abre una nueva posibilidad de valoración de la cultura local y atraerá turistas interesados en las tradiciones de nuestro mundo rural”.
CARACTERÍSTICAS
La iniciativa comenzó en septiembre pasado con una inversión de 105 millones de pesos, 55 aportados por FIA, 6 del Programa de Desarrollo de Inversiones de Indap y la diferencia por la Cooperativa.
El método utilizado será el champenoise, que considera lavado, prensado, cocción y maceración de los frutos, estanques para fermentación del mosto y sistema de lavado, llenado y sellado de botellas, las que serán comercializadas a partir de 2018 entre turistas que visiten Saltos del Huemules, los restaurantes y lodges de la región y quienes lo demanden en el resto del país.
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